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Emmanuel Macron se convierte en el presidente más joven de Francia

Actualizado 14/05/2017 12:01:13 CET

PARÍS, 14 (EUROPA PRESS)

Emmanuel Macron, un ex banquero de 39 años, se ha convertido este domingo en el presidente más joven de la historia de Francia, tras imponerse a la líder ultraderechista, Marine Le Pen, en la segunda vuelta electoral del 7 de mayo, después de una campaña electoral marcada por la sucesión de escándalos políticos.

Macron ha sido proclamado vigésimo quinto presidente de la República de Francia en una solemne ceremonia celebrada en el Salón de Festejos del Palacio del Elíseo por boca del presidente del Consejo Constitucional, Laurent Fabius, que ha confirmado los resultados electorales.

«Este día, domingo 14 de mayo, y en este preciso momento, toma posesión de sus funciones. Nuestras felicitaciones más sinceras», ha anunciado Fabius que, citando al vizconde de Chateaubriand, le ha aconsejado: «para ser un hombre su país debe ser un hombre de su tiempo».

A continuación, el nuevo presidente francés ha recibido los atributos propios del cargo: la Gran Cruz y el Gran Collar de Gran Maestro de la Orden Nacional de la Legión de Honor, que le ha entregado el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Benoit Puga.

Macron, en un discurso de investidura que ha pronunciado con gesto serio, de unos diez minutos de duración, ha afirmado que es consciente de «la gravedad del cargo» y ha prometido una profunda «renovación democrática» para convertir a Francia en «ejemplo del mundo».

«Yo creo en las instituciones de la V República y me aseguraré de que haya una renovación democrática, de que los ciudadanos tengan voz, de que sean escuchados», ha dicho y ha avanzado que se encargará de que «todas las élites» de Francia asuman su «responsabilidad» en esta tarea. «Debemos recuperar el sentido profundo, la dignidad de lo que nos une: servir de forma justa y eficaz a nuestro pueblo», ha instado.

Para conseguirlo, se ha impuesto como primera tarea «reconciliar a los franceses», tras un debate político excesivamente bronco que ha socavado la ya maltrecha imagen de la clase política gala, debilitando especialmente a los partidos tradicionales. «El pueblo francés siempre ha mostrado su espíritu de concordia», ha recordado, prometiendo que tendrá en cuenta a «todos los ciudadanos».

En el plano internacional, Macron se ha propuesto convertir a Francia en un país de referencia para «el mundo y Europa». «Hoy, más que nunca, necesitan a Francia, y necesitan a una Francia fuerte que sepa inventar el futuro. El mundo y Europa necesitan que los franceses demuestren lo que todos juntos hemos aprendido: la valentía de la libertad», ha sostenido.

Macron ha defendido que «el poder de Francia no ha decaído», sino que «sigue teniendo el poder de una potencia del siglo XXI», si bien ha prometido reforzar su presencia internacional corrigiendo «los excesos del mundo» recuperando las banderas de «la libertad y los derechos del hombre» para «construir una paz verdadera».

En clave europea, ha abogado igualmente por «una Europa más democrática, más política», para que sirva de «instrumento de nuestro y de nuestra soberanía».