Frida apenas tiene siete años y con el terremoto de Ciudad de México se convirtió en el símbolo de los esfuerzos para rescatar personas atrapadas.
Esta perrita labrador está equipada con un arnés que la identifica como miembro de la Marina de México.
También lleva anteojos contra el polvo y humo y un calzado especial de color azul con negro para proteger sus patas de objetos filosos y con esta protección ha logrado salvar decenas de vidas. En la emergencia de ahora no se ha enumerado cuántas, porque todavía está en el campo de acción.
En el terremoto de 8,2 grados del 7 de setiembre en Oaxaca ayudó a sacar 12 supervivientes en Juchitán y a ubicar 40 cadáveres entre escombros.
También ha participado en operaciones en Honduras, Guatemala, Ecuador y Haití. Según los registros de la Marina, 52 personas han vivido gracias a ella. Y ahora sumaría más.
En esta emergencia de la capital mexicana se le destacó en la zona de la escuela Enrique Rébsamen, donde la caída del edificio mató a 19 niños. Ella está destacada allí para buscar vivos o muertos.
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Frida es la más experimentada de la Unidad que integra junto a Eco y Evil, dos pastores belgas de año y medio.
En otro grupo está Nala, una golden retriever que ya encontró cinco cuerpos en un edificio que se desplomó en el llamado barrio Obrero. El entrenamiento de estos perros tarda de 12 a 14 meses para trabajar en esta labor alrededor de seis o siete años. Frida, tras cinco años en servicio, está cerca de ser jubilada y donada al personal de la Marina que ha estado codo a codo con ella.
Israel Arauz Salinas, de la Marina de México, contó a El Financiero, de ese país, que la perrita entró en entrenamiento a los dos meses y al ser raza Labrador soporta muy bien el agua por lo que la lluvia, como la que se ha registrado en las labores en la escuela, no es impedimento para que haga su trabajo con alto rendimiento.
En redes sociales, no paran los homenajes para ella… Así hay varios videos que la muestran con su carácter calmado, con sus ojos tiernos, siempre al lado de su guía.
Caricaturas y mensajes de agradecimiento inundan la red. La admiran e, incluso, la quieren. Algunos han dicho que «Cuando a Dios se le acaban las alas, pone colitas».
Hay quienes llaman en Facebook a poner su rostro en un billete de 500 pesos. O como Melissa Cisneros, tuitera que ha dicho tener fe de que “el Gobierno mexicano le haga un monumento a nuestra hermosa Frida; usemos Twitter para que escuchen muestra petición”.
Fotos: AFP
