Varias familias fueron rescatadas ayer durante el paso del huracán ‘Matthew’ en Font Parissienne, Haití. EFE / E. Barría
- El metéoro deja víctimas a su paso por República Dominicana y Haití
Después de afectar también a Cuba, el meteoro se dirige a Florida, Estados Unidos
GUADALAJARA, JALISCO (05/OCT/2016).- El huracán “Matthew” tocó tierra anoche en la isla de Cuba como categoría 4, donde hizo sentir su descomunal fuerza y obligó la evacuación de más de un millón de personas, mientras que en la isla de Haití y República Dominicana cobró la vida de al menos nueve personas.
El ojo del huracán tocó el Oriente cubano, donde previamente el Gobierno ordenó el refugio de un millón 318 mil personas. Además de Guantánamo, Santiago de Cuba, Camagüey, Holguín, Granma y Las Tunas, mantenían abajo la alarma ciclónica. Hasta las 23:00 horas, las autoridades no reportaron bajas.
Sin embargo, en la isla vecina, La Española, que comparten República Dominicana y Haití, los vientos y precipitaciones de “Matthew” cobró cuatro vidas en suelo dominicano, mientras que autoridades haitianas reportaron cinco bajas.
En Haití, el país más pobre de las Américas, casi 10 mil personas fueron evacuadas por el meteoro, que dejó los mayores daños en la región Sur, aislada por la caída del puente que conecta la zona con la capital Puerto Príncipe.
El fenómeno de vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora, se enfilaba hacia las Islas Bahamas y Florida, Estados Unidos. La más reciente proyección meteorológica mostraba el ojo de “Matthew” pasando con una categoría mayor cerca del Este y Centro de la costa oriental de Florida, mañana por la tarde y noche y temprano el viernes por la mañana.
En la Unión Americana, el gobernador de Florida, Rick Scott, declaró desde el lunes el estado de emergencia y se espera que entre hoy y mañana se empiecen a emitir órdenes de evacuación obligatorias para algunas localidades costeras.
El condado Broward abrió refugios y suspendió clases para mañana y pasado mañana.
Carolina del Sur pidió a las personas que viven a una distancia de hasta 160 kilómetros de la costa que se trasladen hacia el interior.
