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Incedio de coches, destrozos del material urbano y enfrentamientos a pedradas, el ritual de cada noche en los suburbios de París

Una parada de autobús, destrozada durante las protestas

Una parada de autobús, destrozada durante las protestas

Tras el escándalo del joven Théo Luhaka (22 años), presuntamente violado con una porra por dos policías, en Aulnay-sous-Bois, el 2 de febrero, el incendio de coches, enfrentamientos a pedradas, destrozo del material urbano y gases lacrimógenos se ha convertido en un ritual nocturno en la «banlieue» norte de París, los suburbios más inflamables de Francia.

Noche tras noche, las manifestaciones de protesta, protagonizadas mayoritariamente por musulmanes, terminan con enfrentamientos violentos de muy diverso alcance, siempre llamativo y espectacular, tras el ritual incendio de coches, para formar «barricadas» contra las fuerzas del orden.

Al menos 26 personas fueron detenidas anoche, cuando cinco vehículos fueron incendiados, al igual que algunas papeleras, y hubo tentativas de prender fuego a dos restaurantes que, pese a la intervención de los bomberos, resultaron dañados, han informado fuentes policiales.

Los disturbios se han extendido a varios municipios de la periferia de París. De los detenidos, hasta 17 personas fueron arrestadas en diversas localidades de la periferia norte de la capital.

«Esta violencia es incomprensible», ha señalado el alcalde de Aulnay-sous-Bois, Bruno Beschizza.

La Prefectura de Policía añadió que los agentes se vieron rodeados anoche y lanzaron varios disparos al aire con balas reales para intentar calmar la situación, al no disponer «de ningún otro medio» de disuasión a su alcance.

La detención que ha provocado las protestas tuvo lugar el jueves día 2 por la tarde. «Los policías llegaron y dijeron: Todos contra la pared», explicó en la cadena «BFMTV» el afectado, Théo, un joven negro de 22 años de edad, que dijo que se acababa de cruzar con unos conocidos del barrio.

Según su relato, los agentes le golpearon de inmediato y uno de ellos le introdujo por el ano una porra extensible, que le provocó desgarros por los que tuvo que ser operado.

El Ministerio del Interior anunció tres días después la suspensión de esos cuatro funcionarios. La Fiscalía, tal y como recogen los medios franceses, indicó que los agentes quisieron controlar la identidad de una decena de personas sospechosas de vigilar puntos de venta de estupefacientes en esa localidad del extrarradio de la capital francesa.

Durante el dispositivo, según esa versión, intentaron detener a ese joven y usaron gas lacrimógeno y «una porra extensible» porque este se resistió.

El presidente de Francia, François Hollande, subrayó hoy en una visita al Tribunal de Pontoise, en el norte de París, el rol protector de la Justicia para los ciudadanos, incluso cuando los agentes de las fuerzas del orden se ven cuestionados.

«La Justicia (…) es garante de las libertades y los ciudadanos deben comprender que es el juez quien les protege», añadió el mandatario.

Las protestas comenzaron el sábado día 4 y traen a la memoria de los franceses la oleada de violencia que se desató en el otoño de 2005 en decenas de barrios conflictivos, poco después de que el entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, llamase “gentuza” a los jóvenes que los habitan y prometiera limpiar esas zonas con agua a presión.