Un incendio forestal en Isla Chira, en Puntarenas, afecta 286 hectáreas, según información del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac). El fuego empezó el pasado domingo 24 de marzo y aún no ha sido controlado por los bomberos.
Pese al reporte del Sinac, el Cuerpo de Bomberos estima un área afectada mucho mayor. Jonathan Sandí, jefe de Batallón Bomberos en Puntarenas, dijo que los habitantes de Isla Chira estiman que las llamas se extienden por 1.000 hectáreas.
Los lugareños presumen que el incendio se originó por quemas agrícolas, pero los brigadistas aún no precisan la causa del siniestro. Este miércoles, el personal de Sinac y bomberos trabajan para controlar la emergencia, para contribuir con la atención se enviaron vehículos de doble tracción, camiones con capacidad para almacenar agua y drones.
Kattia Cambronero, diputada del Partido Liberal Progresista (PLP), llamó la atención sobre esta emergencia y declaró que urge garantizar la seguridad de las personas que viven en el lugar. De acuerdo con el Instituto Nacional de Desarrollo Rural, la Isla Chira mide 43 kilómetros cuadrados, aproximadamente y tiene más de 1.700 habitantes.
Datos oficiales señalan que, hasta el 12 de marzo, los incendios forestales acabaron con 7.880 hectáreas. Esta cifra supera incluso el total de hectáreas quemadas durante todo el año 2023, que fue de 7.165, según las estadísticas del Cuerpo de Bomberos. Hasta la fecha mencionada se contabilizaron 52 incendios forestales, lo que representa un aumento de 31 incendios en comparación con el año 2023. Para la misma fecha del año pasado, apenas se habían quemado 2.123 hectáreas.
Desde febrero, los bomberos han afirmado que el uso irresponsable del fuego para la cacería, los cambios ilegales en el uso del suelo, el vandalismo e incluso las venganzas son las principales causas de todos estos siniestros.
Uno de los factores que ha contribuido al aumento del área quemada este año es el fenómeno meteorológico El Niño, el cual trae consigo temperaturas más altas y sequías. Estas condiciones facilitan la propagación del fuego, ya que el terreno seco y los fuertes vientos de la época avivan las llamas.
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