El Gobierno italiano ha aprobado el ‘decreto Salvini’ que además de restringir la concesión del asilo humanitario duplica el periodo de detención de inmigrantes.
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En el marco de las medidas contra la inmigración, el Gobierno italiano aprobó ayer lunes un decreto que endurece las condiciones para la concesión de asilo. El decreto promovido por el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, se produce en un momento en que las llegadas de migrantes a Italia por mar están en mínimos tras la negativa de permitir a los barcos de rescate de las ONG atracar en los puertos italianos.
«Este es un paso adelante para hacer a Italia más segura», ha sostenido Salvini en su Twitter. Su partido, que gobierna en coalición con el Movimiento 5 Estrellas, ha prometido deportar a cientos de miles de inmigrantes irregulares.
El decreto busca limitar el uso de una forma de protección internacional que no está estrictamente vinculada con la persecución política o la guerra. «La protección humanitaria se supone que debía usarse de vez en cuando», ha subrayado el primer ministro, Giuseppe Conte, en declaraciones a la prensa.
Otras medidas frente a la inmigración incluye ampliar a 180 días desde los 90 actuales el tiempo que un inmigrante irregular puede ser detenido antes de ser liberado, para dar al Estado más tiempo para completar el procedimiento de deportación.
El decreto también ampliará el abanico de delitos que desencadenarán la supresión de los privilegios de asilo solicitados o ya concedidos.
Antes de conocerse el decreto, una fuente de la oficina del presidente de la República, Sergio Mattarella, había dicho que partes del mismo podrían ser inconstitucionales, lo que podría abrir el camino a que el jefe de Estado lo bloquee.
El decreto debe ser refrendado en un plazo de 60 días por el Parlamento.
