Macron y Le Pen no han conseguido ponerse de acuerdo en sus propuestas en materia antiterrorista, en la que la segunda ha asegurado que no se debe tener miedo a la represión.
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Los dos favoritos para disputarse las presidenciales francesas, el socioliberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, han enfocado este lunes el inicio oficial de la campaña en sus propuestas en materia antiterrorista, en la que la segunda ha asegurado que no se debe tener miedo a la represión.
Sus respectivas conferencias sobre sus métodos contra el yihadismo y la delincuencia han escenificado sus diferencias en esta materia, en la que apenas han coincidido en la necesidad de no rebajar la presión ante el elevado nivel de amenaza y de elevar el presupuesto de Defensa al 2% del PIB.
«Nuestro país está profundamente desarmado» frente al terrorismo yihadista, ha asegurado la presidenta del Frente Nacional (FN), que ha abogado por una respuesta «global y coherente», en la que no se permita que «la mano de la Justicia tiemble».
La propuesta de Macron busca que los conocidos como GAFA (acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon) permitan a las autoridades retirar contenidos peligrosos o acceder a mensajes codificados de los terroristas en mensajerías electrónicas.
La líder del FN ha ido más lejos y ha señalado que los delincuentes extranjeros serán expulsados «automáticamente» y que ella llegará a acuerdos con otros Estados para que cumplan la pena en su país, y ha destacado que la situación de los inmigrantes clandestinos «nunca» será regularizada en Francia, sino estudiada en su país de origen.
