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La UE celebra sus 60 años decidida a «actuar juntos, a distintos ritmos y distinta intensidad»

Actualizado 25/03/2017 13:11:40 CET

ROMA, 25 (de la enviada especial de EUROPA PRESS Laura García Martínez)

Los líderes de la Unión Europea han proclamado este sábado en Roma que la Unión es «indivisa e indivisible» y está abierta a los países europeos que respeten los valores que comparten, si bien han confirmado que están determinados a avanzar en el proyecto europeo «a distintos ritmos y distinta intensidad», para evitar que los países menos decididos lastren los progresos del resto.

«Actuaremos juntos, a distintos ritmos y con distinta intensidad cuando sea necesario, mientras avanzamos en la misma dirección, como hemos hecho en el pasado, de conformidad con los Tratados y manteniendo la puerta abierta a quienes quieran unirse más adelante. Nuestra unión es indivisa e indivisible», reza la Declaración de Roma que conmemora el 60 aniversario de la fundación de la actual Unión Europea.

La Unión Europea ha proclamado así que hoy es un bloque «unido y más fuerte», a sólo cuatro días de que Londres notifique formalmente su intención de abandonar el club comunitario y se active el plazo de dos años para pactar las condiciones del divorcio.

La cita de Roma ha servido también para reivindicar una Unión única, con instituciones y valores firmes, con especial referencia en el documento a la paz, la libertad, la democracia, los Derechos Humanos, al Estado de derecho –una mención que el Gobierno interpreta en clave catalana– y a la dimensión social y bienestar del pilar económico.

«Juntos estamos decididos a hacer frente a los retos de un mundo en rápida mutación y a brindar a nuestros ciudadanos tanto seguridad como nuevas oportunidades», han apuntado los líderes en la declaración en la que advierten de que la unidad que defienden es tanto «una necesidad» como una «libre elección».

El texto, pactado por las capitales antes del encuentro en Roma, identifica cuatro ejes clave en los que debe avanzar de manera prioritaria la Unión Europea: la seguridad (lo que incluye la política migratoria y la lucha contra el terrorismo), el crecimiento y empleo, el pilar social y contar con mayor peso en la escena internacional.

En una rueda de prensa posterior, el presidente Rajoy ha dicho que España se ve «plenamente reflejada» en el documento y ha celebrado especialmente que se recoja una referencia «nítida y clara» al objetivo de culminar la Unión Económica y Monetaria, tal y como quería España.

Antes del momento de la rúbrica con la que han renovado el compromiso de hace 60 años en los Tratados de Roma, el presidente del Consejo, Donald Tusk, ha emplazado a los mandatarios a «demostrar que son líderes» de la Unión Europea y asumir claramente la protección del proyecto.

«La unión de Europea no es un modelo burocrático, es un conjunto de valores comunes y estándares democráticos. Hoy no basta con apelar a la unidad y protestar contra las distintas velocidades, es mucho más importante que todos respetemos las reglas comunes», ha dicho Tusk.

«Creo que no nos sentimos suficientemente orgullosos de lo que hemos logrado en Europa. No somos conscientes de esos logros, aunque otros sí se fijan desde fuera en lo que hacemos», ha lamentado, por su parte, el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.

También ha instado a los Veintisiete a sentirse «orgullosos» de las metas conseguidas en los 60 años de recorrido europeo. A su llegada al encuentro, el exprimer ministro luxemburgués se ha mostrado convencido de que la Unión Europea podrá celebrar su centenario, aunque ha reconocida su tristeza por que Reino Unido ya no sea parte de la alianza.

La primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, que en las últimas citas europeas dejó patente su malestar con la Unión Europea, ha dicho esta vez que la cita de Roma es «el inicio del camino de cambios que deben darse en la Unión Europea» y que el siguiente paso será fijar «buenos» proyectos».

En la ceremonia de firma del documento han intervenido los presidentes de las tres instituciones de la UE, Donald Tusk (Consejo), Jean-Claude Juncker (Comisión Europea) y Antonio Tajani (Parlamento Europeo), además del anfitrión, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, y el presidente de turno de la UE y primer ministro maltés, Joseph Muscat.

A las firmas de todos ellos –Juncker ha usado la misma pluma estilográfica empleada en 1957 por la delegación de su país, Luxemburgo, para firmar los Tratados de Roma– se han sumado la de cada mandatario europeo.

Tras la ceremonia, se ha podido ver a algunos líderes haciéndose fotos con la declaración y a la canciller alemana, Angela Merkel; al primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel; y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, bromeando con sus firmas.