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Maduro da un ultimátum de 48 horas al Grupo de Lima para que renuncie a su política «injerencista»

Publicado 09/01/2019 20:27:12CET

Acusa a Estados Unidos y sus aliados de convertir su toma de posesión en una «guerra mundial»

MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) –

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha dado un ultimátum de 48 horas al Grupo de Lima para que renuncie a su política «injerencista», advirtiendo de que, una vez transcurrido el plazo, adoptará medidas, aunque no ha especificado cuáles.

«Venezuela da 48 horas a los gobiernos del Grupo de Lima para que rectifiquen su posición injerencista contra Venezuela», ha dicho Maduro en una rueda de prensa celebrada este miércoles con medios venezolanos e internacionales desde el Palacio de Miraflores.

El Grupo de Lima adoptó el pasado viernes una declaración en la que piden a Maduro que, en lugar de iniciar un segundo mandato el 10 de enero, ceda el poder a la Asamblea Nacional para que guíe a Venezuela hacia unas elecciones presidenciales que sean «creíbles».

Los países firmantes avisan a Maduro de que, si insiste en tomar posesión del cargo, iniciarán una ofensiva diplomática. Algunos miembros, como Colombia o Perú, ya han avanzado que prohibirán al presidente venezolano y otros miembros destacados de su Gobierno entrar en su territorio.

Maduro se ha referido, sin embargo, al punto en el que el Grupo de Lima critica el despliegue militar de Venezuela en aguas disputadas con Guyana. «Si no rectifican su posición sobre el mar venezolano, nosotros tomaremos las medidas más crudas y enérgicas en diplomacia y en defensa de un Gobierno», ha contestado.

Además, ha ordenado a la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, que estudie medidas para hacer efectivo un decreto de la Asamblea Constituyente «ante el intento de golpe de Estado que pretenden imponer en Venezuela» desde la Asamblea Nacional, el Parlamento venezolano, controlado por la oposición.

Ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional reconocieron el resultado de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de mayo porque consideran que es fruto de un proceso fraudulento. En consecuencia, tampoco reconocerán el segundo mandato que Maduro pretende iniciar el jueves.

La Asamblea Nacional, gobernada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) –coalición opositora– desde las elecciones parlamentarias de 2015 y considerada la única institución «legítima» por los críticos con Maduro, se arrogaría el Poder Ejecutivo a partir del 10 de enero.

«Todos los poderes están subordinados al Poder Constituyente (…), así que lo que está haciendo de revisar la conducta conspiradora, golpista y dependiente del cártel de Lima y de la oligarquía colombiana, de la mayoría de esos diputados –de la Asamblea Nacional en desacato– es pertinente, justo y yo lo apoyo plenamente», ha declarado.

«GUERRA MUNDIAL»

El creciente aislamiento internacional de Maduro se hará patente en la ceremonia de investidura, ya que apenas contará con mandatarios extranjeros. Del ámbito regional, solo contará con sus homólogos de Nicaragua, Cuba, Bolivia y El Salvador, todos ellos del llamado eje bolivariano.

Maduro ha acusado a Estados Unidos de «convertir una juramentación normal en una guerra mundial». No obstante, ha aseverado que «los grandes líderes del mundo están conscientes de lo que se le está haciendo a Venezuela». «Tenemos el apoyo de muchísimos países del mundo», ha sostenido.

El inquilino del Palacio de Miraflores ha afirmado que su Gobierno está preparado para hacer frente a este supuesto «golpe de Estado». «El pueblo venezolano sabrá responder cualquier acción que se pretenda hoy, mañana o cuando se pretenda», ha confiado.

En concreto, ha apelado a la «unión cívico-militar» para responder a «cualquier acción, cualquier quinta columna de traidores» que pretenda dinamitar la estabilidad del país. «Venezuela va a salir airosos y bien hacia el futuro», ha remachado, según informa la prensa local.