Desde julio, se han conocido en Ciudad de México tres casos de violación de mujeres por parte de agentes de policía.
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Miles de mujeres han pedido justicia en una concentración en Ciudad de México por los recientes casos de violaciones sexuales por parte de policías, y durante las protestas han causado múltiples destrozos en una estación de transporte público y en mobiliario urbano de la capital.
En la concentración, diferentes contingentes feministas han leído manifiestos, han mostrado grandes pancartas y han bailado en un círculo en contra de la violencia machista.
Algunas también han prendido pequeñas hogueras con sujetadores, y otras han hecho pintadas en estatuas y suelos con lemas como No olvidamos ni perdonamos.
«Todas las ciudadanas vivimos en constante peligro, las autoridades nos causan el mismo temor que la delincuencia organizada y estamos aterradas de vivir en este país«, han leído en un manifiesto.
Los momentos de máxima tensión han llegado después de que las manifestantes decidieran salir de la plaza peatonal y marchar alrededor, gritando consignas como «abajo el patriarcado que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer».
Algunas manifestantes han arremetido contra los cristales de la estación de transporte público, rompiendo también máquinas expendedoras de billetes de metro y carteles publicitarios.
Posteriormente, una parte de las concentradas se ha dirigido a una estación de policía, donde han lanzado objetos incandescentes, generando enfrentamientos verbales con los agentes, y han prohibido el paso de los bomberos que llegaron para sofocar las llamas.
Una mujer ha informado a través de un megáfono de que cuatro de las que protestaban habían sido detenidas en esa estación de policía, y ha exigido su liberación.
Tres casos de violación por parte de policías
El ambiente de la manifestación se fue caldeando desde el lunes pasado, cuando unas 300 mujeres protestaron para exigir justicia por los casos de abuso sexual por parte de policías, bajo la etiqueta #NoNosCuidanNosViolan.
Los días 10 de julio, 3 y 8 de agosto trascendieron tres casos de violación de mujeres, una de ellas menor de edad, por parte de agentes de policía de Ciudad de México.
La marcha del lunes terminó en la sede de la Fiscalía capitalina, donde las manifestantes rompieron un cristal, realizaron pintadas y arrojaron purpurina rosa sobre el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Orta, cuando este salió a dialogar con las manifestantes.
Más tarde, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que esa protesta «no fue una manifestación, sino una provocación», lo que suscitó una agitación en redes sociales que caldeó el ambiente para la marcha del viernes.
