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Reino Unido y Países Bajos exponen la «inaceptable» actividad cibernética de Rusia en el mundo

Publicado 04/10/2018 16:48:36CET

Moscú niega las acusaciones, que califica de «tontería», en lo relativo al ataque fallido contra la OPAQ

MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) –

Reino Unido y Países Bajos han señalado con el dedo este jueves a Rusia por su actividad cibernética, acusando a los servicios de Inteligencia rusos de llevar a cabo ataques a nivel global con el objetivo de socavar las democracias occidentales. Uno de estos ataques, que consiguió ser evitado, tenía como objetivo a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), según ha denunciado el Gobierno holandés.

El primero en dar la voz de alarma ha sido el Centro Nacional de Seguridad Cibernética británico (NCSC), que en un informe ha denunciado que los ataques rusos habrían afectado a cuestiones de todo tipo, desde el transporte a las elecciones presidenciales celebradas en Estados Unidos en 2016.

Posteriormente, el Gobierno holandés ha informado de que el pasado abril detuvo a cuatro ciudadanos rusos, que presuntamente trabajaban para la Inteligencia militar (GRU), y procedió a expulsarles del país tras descubrirles cuando se disponían a intentar acceder a los sistemas de la OPAQ.

Según ha explicado el jefe de la Inteligencia militar holandesa, el general Onno Eichelsheim, los cuatro rusos llegaron a Países Bajos el 10 de abril y fueron detenidos el 13 de abril con material de espionaje en un hotel situado en las proximidades de la sede de la OPAQ.

En esos momentos, el organismo estaba trabajando para determinar la sustancia empleada en el ataque en marzo en Salisbury, Reino Unido, contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia. Además, estaba tratando de averiguar la sustancia usada en un supuesto ataque químico en Duma, Siria.

Las autoridades holandesas han indicado que los cuatro detenidos planeaban viajar a la ciudad suiza de Spiez, donde hay un laboratorio usado por la OPAQ para analizar muestras, y han publicado los pasaportes de los cuatro sospechosos, a los que se ha identificado como Alexei Minin, Oleg Sotnikov, Evgeni Serebriakov y Aleksei Morenets.

MENSAJE DE MAY Y RUTTE

En un comunicado conjunto, la primera ministra británica, Theresa May, y su homólogo holandés, Marc Rutte, han sostenido que con estas operaciones «hemos arrojado más luz sobre las inaceptables ciberactividades del servicio de Inteligencia militar ruso, GRU». «Ha atacado instituciones en todo el mundo, incluida la OPAQ en La Haya», han denunciado.

«Este intento de acceder a los sistemas seguros de una organización internacional que trabaja para deshacerse de las armas químicas del mundo demuestra la falta de respeto por parte del GRU de los valores y reglas mundiales que nos mantienen a salvo», han sostenido May y Rutte. «Las temerarias operaciones del GRU van desde ciberactividad destructiva al uso de agentes nerviosos ilegales, como vimos en Salisbury», han añadido.

May y Rutte han defendido que la acción de sus dos países «refuerza el claro mensaje de la comunidad internacional» de que se mantendrá «el sistema internacional basado en normas y se defenderán las instituciones internacionales frente a aquellos que buscan dañarlas».

APOYO DE LA OTAN Y LA UE

La OTAN y la UE se han apresurado a sumarse a las críticas contra Rusia por su actividad cibernética. «Los aliados de la OTAN se solidarizan con la decisión de los gobiernos holandés y británico de señalar a Rusia por sus intentos flagrantes de socavar las instituciones y el Derecho Internacional», ha subrayado el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en un comunicado.

Stoltenberg ha dejado claro que «Rusia debe poner fin a este patrón de comportamiento temerario, que incluye el uso de la fuerza contra sus vecinos, los intentos de interferencia en procesos electorales y campañas de desinformación generalizadas» y ha avisado de que la OTAN seguirá «reforzando sus defensas y disuasión para responder a amenazas híbridas, incluido en el ciberespacio».

El Gobierno holandés ha informado a sus aliados de la ciberoperación «hostil» en la reunión de ministros de Defensa de la OTAN de este jueves, que fue frustrada «en cooperación con Reino Unido», mientras que el ministro del ramo británico, Gavin Williamson, les ha informado de los hallazgos británicos sobre los ciberataques rusos a nivel global «que han afectado a ciudadanos en muchos países, incluso Rusia, y han provocado enormes pérdidas económicas», ha explicado Stoltenberg.

La UE también ha deplorado el «acto agresivo» ruso que demuestra, a su juicio, su «desprecio» por el trabajo de la OPAQ en un comunicado de los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, la Comisión, Jean-Claude Juncker, y de la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, quien ha asistido a la reunión en la OTAN.

«Deploramos tales acciones, que minan el Derecho y las instituciones internacionales», afirman en la nota conjunta, en la que subrayan sus «preocupaciones graves por este intento de minar la integridad» de la OPAQ, una institución «respetada».

EEUU DICE QUE RUSIA «TIENE QUE PAGAR POR ELLO»

Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, ha sostenido que se deben pedir cuentas a Moscú. «Básicamente, los rusos han sido pillados con su material, con personas que estaban haciéndolo y tienen que pagar el precio, van a tener que rendir cuentas», ha defendido desde Bruselas.

«Cómo respondamos es una decisión política de los países implicados», ha añadido, según informa Reuters, si bien ha aclarado que no tiene por qué haber necesariamente una respuesta de represalia por parte de Occidente.

«El Gobierno ruso tiene que saber que si incumplen el Derecho Internacional de esta manera habrá consecuencias, serán expuestos y el mundo verá cómo es el Gobierno ruso, que es una organización que está intentado sembrar la inestabilidad en el mundo», ha declarado el ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, a BBC. Para Hunt, el intento de ‘hackear’ a la OPAQ demuestra la implicación de Moscú en el asesinato fallido de Skripal.

MOSCÚ NIEGA LAS ACUSACIONES

Por su parte, el Gobierno ha salido al paso de las acusaciones vertidas en su contra. «Uno tiene la impresión de que quienes acusan, en este caso las autoridades británicas, están plenamente convencidas de que tienen la razón y de que no hacen falta argumentos sensatos. Que la célebre frase de ‘muy probable’ ya basta», ha respondido la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, ante las acusaciones formuladas desde Reino Unido.

«Estoy segura de que futuros historiadores británicos y, por supuesto, expertos juristas y abogados lo recordarán como una vergüenza», ha añadido Zajarova, según la agencia de noticias TASS.

Posteriormente, una fuente del Ministerio de Exteriores ruso ha asegurado a la agencia Sputnik que Rusia nunca organizó ciberataques contra la OPAQ.

«No hubo ningún ataque, ni podría haberlo», ha asegurado la fuente, subrayando que las acusaciones holandesas al respecto «no tienen nada que ver ni con la Convención sobre Armas Químicas ni con la organización». Así, ha considerado que los argumentos esgrimidos por Países Bajos «son una tontería», ya que Rusia ya tiene acceso a la información de la OPAQ.