El Gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, recortó su previsión de crecimiento económico (PIB) para 2017 de un 1, 6 por ciento a 1 por ciento.
Por su parte, el estatal Banco de Brasil espera que 18 mil empleados de la institución se atengan al plan de despidos voluntarios a pesar de que algunos de ellos tienen más de 50 años de edad y 15 años de contrato.
El presidente del banco, Paulo Caffarelli, aclaró que la institución espera que unos 9 mil 300 trabajadores se acojan a la propuesta, el ahorro anual sería de mil 183 millones de reales, es decir, 358 millones de dólares.
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— Dilma Rousseff (@dilmabr) 11 de octubre de 2016
Los despidos forman parte del plan del Gobierno de Temer, quien también propuso una enmienda constitucional que congela el presupuesto y limita la inversión social por 20 años, proyecto que fue aprobado en la Cámara de Diputados de Brasil y el cual es rechazado por movimientos sociales y la oposición.
Sindicalistas y organizaciones sociales denunciaron que la resolución congelaría las inversiones del Estado en salud y educación, igualmente sostiene que limita el aumento de los gastos públicos a la tasa de inflación del año anterior.
