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Turquía avisa a los kurdos que no comerán si siguen con la secesión

Los kurdos esperan los resultados oficiales de la consulta de independencia del lunes con un ojo en la Comisión Electoral Independiente y otro en las fronteras, donde Turquía e Irak han lanzado maniobras militares conjuntas e Irán ha cerrado todos los puestos fronterizos. Después de una larga noche de celebración, la normalidad volvió a las calles de una región autónoma kurda (KRG, por sus siglas en inglés) donde la incertidumbre política generada por la consulta se dejó sentir de lleno en el mercado de divisas de Erbil, sobre todo por el tono cada más beligerante del vecino turco, socio imprescindible para la economía local.

«Las operaciones se han reducido en los últimos días, pero hoy es especialmente confusa la situación porque hay un gran temor al cierre de fronteras y esto asfixiaría la economía de la región. Yo soy kurdo y me siento kurdo, pero este referendo puede ser un suicidio. El dólar ya está más caro que en Bagdad y este es solo el primer día», lamenta Sadiq Abdurrahman, responsable de Sun and Sea desde 2011, mientras repasa el pobre balance de operaciones de una empresa que enviaba una media de un millón de dólares diarios a su central en Turquía. «El momento es más grave que cuando el Estado Islámico se hizo con Mosul, entonces trabajábamos con menos temor que ahora», sentencia este profesional de un sector clave en una región autónoma que es puramente importadora.

El temor de los mercados creció con el último discurso del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien advirtió contra un riesgo de «guerra étnica y confesional» si el Kurdistán iraquí lleva a cabo su proyecto de independencia. Erdogan lamentó que «hasta el último momento nos parecía improbable que Masud Barzani cayera en tal error. Nos equivocamos. Tras pasar por la mejor época de relaciones en la Historia, esta decisión es una abierta traición a nuestro país».

Por encima de las amenazas de Irak, Irán o Siria, a Erbil le preocupa la respuesta de Turquía, un país que tiene más de 1.500 empresas en la región autónoma, con el que en los primeros seis meses de este año el mercado transfronterizo ha superado los 5.000 millones de dólares, según fuentes oficiales kurdas, y que es la vía de salida al Mediterráneo de cientos de miles de barriles de petróleo que la KRG exporta cada día. Erdogan volvió a tocar este último punto en su intervención y amenazó con «cerrar la válvula» que permite la salida del crudo kurdo por territorio turco porque «todos sus ingresos vienen de ahí. Si no van los camiones al norte de Irak, ellos se quedarán sin nada que comer», sentenció el líder islamista.

De los cuatro países con presencia kurda, en los que temen un contagio de las aspiraciones independentistas, Siria es el que se ha mostrado más flexible hasta el momento. El ministro de Exteriores, Walid Muallem, denunció un referéndum «totalmente inaceptable», aunque se declaró dispuesto a hablar de «autonomía» con los kurdos de su país que, desde el estallido de la guerra en 2011, han logrado dejar de depender de Damasco sin tener que enfrentarse al Ejército y ahora son el aliado fundamental de EEUU en la ofensiva de Raqqa.

Medidas de castigo

Barzani insiste en que esta consulta solo es un primer paso antes de iniciar un largo proceso negociador con Bagdad, pero el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, le contestó que «no estamos dispuestos a entablar un diálogo tras la celebración de una consulta inconstitucional». El Parlamento de Irak discute hoy la resolución aprobada el lunes que exigía el despliegue de fuerzas en todas las zonas en conflicto como Kirkuk, ciudad multiétnica y rica en petróleo que se disputan Bagdad y Erbil, y las autoridades iraquíes dieron también un ultimátum de 72 horas a los kurdos para que cedan a Irak el control de sus aeropuertos y así eviten un embargo aéreo. Abadi ha solicitado a las compañías internacionales que dejen de volar a Erbil y Suleymania, pero sólo Irán ha respondido a este llamamiento cancelando todos sus vuelos.

Erbil sigue engalanada con los colores de la bandera nacional y carteles sobre el referendo. Los kurdos contrarrestan con fervor nacionalista las amenazas y medidas de castigo que llegan del exterior. El veterano abogado y analista político, Kamal Karim, pide «tranquilidad en estos momentos de nerviosismo. Esta consulta no es vinculante, es solo un primer paso que teníamos que dar para mostrar nuestras intenciones a Bagdad y a la comunidad internacional y lo hemos dado. Pero la formación del Estado está al final de la escalera y solo hemos subido el primer peldaño».