Que Mario Gerardo Vindas esté en la esquina sureste del Estadio Alejandro Morera Soto es habitual.
Desde ese punto y de pie, con la mano derecha se apoya en el bastón que es su guía, mientras que en la izquierda porta un radio pequeño, porque esa es su manera de ver lo que pasa en la cancha.
Ahí está, vestido con la camisa rojinegra, sonriendo, con los audífonos bien puestos, imaginándose todo lo que las voces de la radio le transmiten.
“Son mis ojos, ahí lo escucho, escucho todo”, expresó Mario Gerardo Vindas en un video difundido por la oficina de comunicación de la Unafut.
Él es el aficionado no vidente de Alajuelense que apoya de manera incondicional al equipo de sus amores, en las malas y en las buenas.
Su jugador favorito es Johan Venegas, porque lo considera muy bueno y que hace muchos goles.
“Yo le dije que me hiciera un gol y ya lo hizo. Johan se tomó una foto conmigo, me dijo que iba a hacer un gol dedicado a mí”, confesó.
La promesa se cumplió en el minuto 36, cuando de cabeza convirtió el segundo dardo rojinegro, en ese partido que Alajuelense terminó ganándole 4 a 1 a San Carlos.
El atacante no festejó dibujando un corazón como lo hace de manera habitual. Esta vez se señaló el oído e hizo una seña hasta aquella esquina a lo lejos, donde sabía que estaba don Mario Gerardo.
Casi de extremo a extremo, el homenajeado no cabía de contento. Sabía que era gol, porque en las milésimas de segundo antes de que empiece el canto del gol en la radio, él percibe el rugido que se emana desde la grada.
Es un sonido muy distinto, el de la algarabía de una anotación. Y al percatarse de que ese tanto fue de Venegas no lo podía creer, porque era su gol, el que el futbolista le prometió.
Muchos aficionados pasan y lo saludan. A todos, don Mario Gerardo les dice que “lo que queremos es el campeonato este año”.
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