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Aciertos, desaciertos y oportunidades económicas

Fuente: Cortesía

Esta es la última semana del sexenio de Enrique Peña Nieto, por lo que vale la pena analizar su mandato. Entre los aciertos de esta administración destaca la inyección de confianza al inicio del sexenio, con la firma del Pacto por México fue lo que dio pie a las reformas estructurales que tenían tanto tiempo pendientes. Las reformas, podría decirse, fueron lo mejor del sexenio de Peña Nieto, en particular la energética y la de telecomunicaciones, que han sido de beneficio para México por una mayor entrada de inversión extranjera directa y en el caso de las telecomunicaciones, por una disminución de las tarifas al consumidor. Con la mayor inversión en el sector energético se espera en el largo plazo tener una mayor producción de petróleo y con ello disminuir el déficit petrolero que se ha observado desde 2014 y que en el tercer trimestre de 2018 ascendió a 1.87 por ciento del PIB.

Con las reformas surgió el llamado “Momento Mexicano” y con éste, una mayor confianza empresarial y del consumidor que impulsó la inversión y el consumo para alcanzar un crecimiento económico máximo en el año 2015 de 3.3 por ciento. La confianza y estabilidad macro permitieron que la Inversión Extranjera Directa en México durante el sexenio ascendiera a 198 mil 733 millones de dólares (hasta el tercer trimestre del 2018), cifra récord para ese indicador.

Por su parte los desaciertos se concentraron en el manejo de las finanzas públicas. Al inicio del sexenio de Peña Nieto la deuda pública representaba 33 por ciento del PIB, mientras que a la fecha se ubica en 46 por ciento, cerca del nivel máximo considerado como techo de endeudamiento para una economía como México. Este mayor endeudamiento propició que la inflación empezara a subir y que fuera tema en las minutas de Banxico. Como consecuencia del mayor endeudamiento y del incremento en el tipo de cambio (debido a varios factores) la inflación subió gradualmente a un máximo en el sexenio de Peña Nieto de 6.77por ciento en diciembre de 2017. Como consecuencia, Banxico decidió subir su tasa de referencia de manera más acelerada que la Reserva Federal desde 3 por ciento en diciembre de 2015 a 8 por ciento al día de hoy.

El segundo desacierto fue la inconsistencia en los anuncios de los recortes al gasto público, ya que en los años de 2015 y 2016 el gobierno federal anunció que llevaría a cabo recortes, sin cumplirlo. En esos momentos los anuncios de recortes en el gasto públicos eran lo adecuado, pero no llevarlos a cabo se tomó como una falta de disciplina fiscal que provocaron que las calificadoras Standard & Poor’s y Fitch Ratings cambiaron la perspectiva de la deuda soberana de México de estable a negativa, poniendo en riesgo la calificación crediticia y dejando vulnerable a salidas de capitales.

Respecto a la composición del gasto público, para el sexenio de Peña Nieto destaca que el gasto corriente mostró un crecimiento promedio anual de 5.4 por ciento, mientras que el gasto en inversión física, el cual tiene un efecto multiplicador sobre la economía, decreció en promedio a una tasa anual de 2.8 por ciento.

Otras áreas de oportunidad sobre la economía mexicana que datan de larga historia y que también estuvieron presentes en el sexenio fuero el bajo nivel educativo, la falta de estado de derecho y legalidad y la corrupción. Factores que inhiben el crecimiento y el desarrollo económico de nuestro país.

La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

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