La separación funcional de Telmex que pretende ofrecer a sus competidores servicios mayoristas en el sector de telecomunicaciones podría implicar riesgos que tengan impacto tanto en la empresa como en la plantilla de trabajadores, aseguraron expertos en el sector.
En el Foro sobre Telecomunicaciones, al abordar el tema, el líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), Francisco Hernández Juárez, calificó la decisión que busca promover la competencia como deliberada.
“Sería ilógico imaginar que la regulación que se diseña fuera neutra y no tuviera impacto sobre el camino que pudiéramos tomar como empresa y como sindicato, y en lo que realmente beneficia al país”.
En ese sentido, refirió que la decisión del regulador se basó en el referente de otros países europeos que han aplicado la separación funcional pero que, en su opinión, no ha funcionado.
Ángel García Castillejos, expresidente de la Comisión de los Mercados y la Competencia de España detalló que en el caso de dicho país, el regulador tuvo en 2009 un escenario de un jugador como Telefónica, con mayor peso en el mercado y decidió no optar por la separación funcional.
“La percepción que teníamos los reguladores en España es que la competencia no se desarrollaba no tanto por Telefónica, sino por los competidores.
«Telefónica no invertía en fibra porque tenía el temor de que si invertía, las obligaciones que se le habrían impuesto iban a beneficiar sólo a sus competidores”, aseguró.
