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Agenda de participación ciudadana y más

La Propia Política Sara Lozano Fuente: Cortesía

La semana pasada nos reunimos colegas de órganos electorales de 27 estados, también estuvo representado el Instituto Nacional Electoral, la Subsecretaría de Gobernación para la Participación Ciudadana y organizaciones de la sociedad civil. Durango fue la sede del 7° Encuentro Nacional de Educación Cívica y, me da un enorme gusto, las esperanzas son más fuertes.

El discurso compartido es por las alianzas en materia de educación cívica (EC), particularmente la participación ciudadana (PC). Acordamos compartir experiencias, investigaciones, particularidades locales, mejores prácticas, optimización de recursos y en una coordinación seria. No hubo que explicarle a nadie la problemática de fondo en estos asuntos: la falta de atención heredada.

Los síntomas los compartimos: la reducción de presupuesto pega primero en los proyectos de PC y EC. Esto lleva a no poder establecer alianzas de mediano o largo plazo, siempre se corre el riesgo de suspender o cancelar el proyecto, aunque medien convenios con terceros. Las organizaciones de la sociedad civil no pueden apostar a una continuidad en alianza con las instituciones públicas por esta incertidumbre, de poco sirve que adviertan una buena intención. Ya sabíamos que estas alianzas ideales no sólo multiplican los beneficios para la ciudadanía, sino que fortalecen a la sociedad civil organizada.

En las leyes, la EC se menciona poquísimas veces, casi de refilón, lo que implica, lo que faculta, lo que obliga, lo que se espera de las diversas instituciones obligadas. Los partidos políticos tienen buena parte de la responsabilidad en esto, los órganos electorales ampliarían el espectro a la vez que coadyuvarían a su fortalecimiento.

En asuntos de PC las leyes no están mejor, revise la ley de nuestro estado, le exige más a un ciudadano que quiera participar que a cualquier partido político. El ejemplo de Nuevo León que siempre pongo: una elección no tiene requisito de participación en urnas, la consulta popular sí, requiere de al menos el 40 por ciento de votantes de la lista nominal a favor, no creo que haya un candidato en la historia reciente del estado que haya obtenido tantos votos. Ya no me extiendo en el análisis de los periodos que se otorgan, de la rentabilidad en campo y otros criterios de legitimidad que se exigen para alcanzar la oportunidad y entregar recursos.

Tampoco tuvimos que aclarar que todas estas acciones que hacen los órganos electorales fuera del proceso electoral tienen un efecto que no sólo se mide en cantidad de votantes. Las variables de calidad del voto, la diferencia entre voto duro y voto clientelar, voto de castigo, voto de rechazo a toda la oferta política.

Ya sabíamos que no hay estudios serios en estas variaciones del voto porque no hay interés, más bien no “había” interés en estudiar las acciones por la PC y la EC en periodos no electorales. También sabemos que esto es sólo un ejemplo de lo que se puede hacer y somos conscientes de la tarea mayúscula que falta por hacer.

La agenda es la participación ciudadana y ya se encendieron los motores de los órganos electorales, nacional y de 27 estados, en alianza con la subsecretaria de Gobernación. Esa es una buena noticia.

P. D. En noviembre de este año se hará el primer reporte en el 8° Encuentro Nacional de Educación Cívica y la @RedCívica.

La autora es Consejera Electoral en el estado de Nuevo León y promotora del cambio cultural a través de la Educación Cívica y la Participación Ciudadana.

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Twitter: @saraloal

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.