Fuente: Cortesía
Estimados lectores, se nos han ido 337 días de este 2019 llenos de altas y bajas, algunos dirán que hay más bajas que altas, pues la situación económica en México está complicada para muchos de los negocios. Como prueba, basta mencionar los datos del comparativo del tercer trimestre del año 2019 respecto al 2018 según el INEGI: el PIB total -0.2 puntos, comercio al por mayor -3.6 puntos, manufacturas -1.3 puntos, por mencionar algunos.
Contra corriente se avecina así el cierre del año y las empresas ya alistan sus presupuestos, proyecciones y planeaciones de resultados para el cierre. Y un tema importante es el fiscal, pues los impuestos son la última parte del estado de resultados, que es un informe contable que nos dice cuanto ganamos o perdimos en un determinado periodo; y así como se busca reducir los costos y gastos, también se vale reducir los impuestos.
Por eso hoy me dirijo a esos empresarios y emprendedores que siguen apostando su tiempo y recursos para salir adelante de las problemáticas económicas y construir un México mejor. Que para ello dos factores claves en las ganancias de las empresas de los que hablaremos hoy, son: la optimización de los impuestos y la retención del talento clave.
Actualmente en la legislación son pocos los instrumentos financieros que permite a las empresas invertir al mediano o largo plazo en sus talentos y que estas inversiones sean 100 por ciento deducibles de impuestos; pero tenemos el comúnmente llamado “Seguro de Hombre Clave”, el cual consiste en un seguro de vida y ahorro donde un trabajador, ya sea un técnico especializado, un operario, un director o gerente, son los asegurados y el beneficiario irrevocable la empresa; que ésta es la que contrata y paga una prima anual durante un plazo de 10, 15 o 20 años, para asegurar un determinado monto a recibir al vencimiento del plazo o en el momento que ocurra una eventualidad, como puede ser: la renuncia, el retiro o en el peor de los casos la invalidez o muerte del asegurado. Cuando se suscite alguno de estos eventos, la empresa recibe la suma asegurada para hacer frente económicamente a las consecuencias de la pérdida de su talento clave.
Uno de los usos de este seguro que han utilizado las empresas del noreste del país, es para la retención o fidelidad del talento con beneficio fiscal; pues la suma asegurada se puede compartir con el empleado al finalizar el plazo se le puede pagar un bono de fidelidad si el empleado se mantiene comprometido en la empresa y manteniendo sus indicadores de desempeño (KPIS), con esto el empleado cumple las métricas y se reduce la rotación de talentos, pues es época de cierre de año y no solo es momento de reducir los impuestos sino también de evitar la fuga de talentos que ocasionan grandes pérdidas para las empresas.
Luego entonces, si en nuestras empresas buscamos deducciones fiscales para reducir el impuesto rumbo al cierre del 2019, no se puede dejar pasar por alto esta gran oportunidad de obtener una deducción fiscal con el pago de la prima del seguro el cual es 100 por ciento deducible de acuerdo al artículo 27 fracción XII de Ley del Impuesto Sobre la Renta y cumpliendo los requisitos del artículo 44 del Reglamento de la Ley del Impuesto Sobre la Renta y el artículo 18 fracción VII de la misma Ley.
Termino mi colaboración con la atenta invitación que nos contacten para recibir más información sobre ¡la optimización fiscal con la retención del talento! Hasta la próxima.
El autor es socio de Innovación y Rentabilidad del Despacho Elizondo Cantú, S.C.
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