Ante los sucesos violentos ocurridos este domingo en el puerto de Acapulco, previo a la ceremonia inaugural del ‘Foro de Consulta Participativa’, el diputado perredista Antonio Ortega Martínez llamó al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a fijar una postura contundente y clara sobre los planes que su gobierno tiene para la educación del país.
«Debe dejar claro si el Estado mantendrá la rectoría sobre la educación, tal como lo define la Reforma Educativa, o permitirá a los grupos que lo apoyaron en las pasadas elecciones ‘cobrar el favor’ y les entregue el control sobre dicho sector estratégico para el desarrollo nacional», dijo.
Advirtió que «el encontronazo entre integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es una alerta respecto a la enorme vulnerabilidad del gobierno de López Obrador frente al magisterio, y un ejemplo de lo que puede esperar al próximo gobierno, siendo rehén de intereses particulares que ya comenzaban a ser controlados».
El legislador federal de Revolución Democrática recordó que, en menos de un mes, López Obrador presentará su paquete de propuestas de modificación a la Reforma Educativa y con los sucesos de este domingo «es evidente lo que están en juego intereses poderosos capaces de bloquearlo a él mismo en su gobierno».
Por ello que le demandó «defender no sólo la rectoría del Estado sobre la educación, sino a mantener inamovibles los trabajos se han venido realizando en los últimos años para garantizar la calidad de la educación y la equidad».
Ortega Martínez recordó que la Reforma Educativa en juego modificó los artículos 3 y 73 de la Constitución; reformó la Ley General de Educación, y con ella se expidió igualmente la Ley General del Servicio Profesional Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación con lo cual se logró quitar la educación a las burocracias sindicales, y atajar prácticas que en nada favorecían la enseñanza y el aprendizaje como la venta de plazas, el ausentismo, el mantener de rehén a la educación para conseguir prebendas y canonjías de los liderazgos sindicales.
También, expuso, se obtuvieron logros relevantes como la obligatoriedad de los niveles preescolar, secundaria y bachillerato, así como la superación de las disparidades e inequidades en la calidad de la educación.
Señaló que existe la meta de superar el bajo desempeño académico de la mayoría de los estudiantes mexicanos en ciencias, lectura y matemáticas para lograr niveles de excelencia; esto, tras los resultados adversos que -año con año- se reportaron en las pruebas PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, donde México es parte.
Antonio Ortega recalcó que, entre los diversos puntos que el PRD propondrá, estará el mantener en lo esencial la reforma educativa con los siguientes ajustes: Reformar la legislación para que la evaluación de los docentes no sea una herramienta para determinar su situación laboral, promover programas de capacitación y dignificación de la carrera magisterial y garantizar que mujeres y hombres tengan acceso por igual a la educación en todos sus niveles.
