El Centro Histórico de Mérida parecieron tomar un respiro de su agitada vida este Viernes Santo. Las calles, que suelen estar abarrotadas de personas y carros, lucieron casi desiertas; sin embargo, un lugar sobresalió: la Catedral, que conforme pasan las horas recibía a cientos de fieles que llegaban de todas partes de la ciudad para conmemorar la Pasión de Cristo.
Un mezcla de olores de incienso, ruda y albahaca inundaban el lugar en donde cientos de personas hacían una enorme fila para pasar al altar principal y adorar con aquellas plantas la representación de la crucifixión de Cristo.
Fuente: Luis Carlos Tzec
Un vendedor a las afueras de la Catedral, quien prefirió no dar su nombre, comentó a El Financiero que «(la ruda) te ayuda a quitar las malas vibras, igual que la albahaca (…) para rezarle a un santo o para ponerse como decoración, dura casi un año en quedar frondoso».
La Catedral de San Ildefonso lucía diferente, el Cristo de la Unidad de 12 metros de altura, esculpido por el artista español Ramón Lapayese, se encontraba completamente cubierto por una gran cortina morada en representación del periodo cuaresmal.
La celebración formó parte del triduo pascual que comenzó el jueves con la misa de la última cena presidida por el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, quien recreó como todos los años el pasaje bíblico del lavatorio de pies a seis hombres y seis mujeres que representaban a los apóstoles.
Fuente: Tomada de Facebook Gustavo Rodríguez Vega
El Viernes Santo, la Catedral Metropolitana de Mérida una de las más antiguas de México estaba a su máxima capacidad ya que las bancas destinadas para sentar a poco más de mil personas resultaron insuficientes por los que muchas personas se quedaron de pie.
A las 15:00 horas, los oficios comenzaron formalmente, ese día en ninguna parte del mundo hubo misa ya que la Iglesia Católica se considera ‘en luto’ por la muerte de Jesús. La celebración, como todas las de Semana Santa, fue realizada por el arzobispo quien al llegar al altar principal se arrodilló e inició con el protocolo.
El órgano tubular de 1938 empezó a sonar y seguido el coro cantó el ‘Honor y Gloria’ para dar paso a la lectura del evangelio de San Juan del la Pasión y Muerte de Jesús.
Fuente: Eduardo Reyes
Al llegar a la frase «inclinando la cabeza, entregó el espíritu», se escuchó un silencio y los fieles se arrodillaron en señal de respeto para posteriormente continuar con la celebración.
Casi al final de los oficios inició una de las partes más importantes para los católicos: la adoración de cruz. Entre el silencio del templo se escuchó el cántico: «Mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo» y en seguida la multitud respondió «¡Venid y adoremos!», con ello el arzobispo y los demás ministros se acercaron a adorar la cruz mientras la gran cortina morada descubría al Cristo de la Unidad que había estado oculto en las últimas semanas y que provocó que turistas y feligreses sacaran sus teléfonos para grabar el momento.
Al terminar esa fase, empezó la repartición de las hostias que fueron guardadas el día anterior mientras que un grupo de custodios se preparaba para la procesión del Santo Entierro.
Eduardo Reyes
En la Catedral de Mérida no se realiza el viacrucis a diferencia de otras parroquias de la capital yucateca, en el lugar se llevó a cabo la procesión del Santo Entierro, donde la figura de Jesús en un ataúd de cristal recorrió el primer cuadro de la ciudad acompañado de la representación de María La Dolorosa, María Magdalena y San Juan Apóstol. No se tiene un registro desde cuando se realiza esta procesión en la ‘ciudad blanca’ pero se conoce que el Cabildo participaba en ella de 1790 a 1851.
La procesión partió de la Puerta del Perdón a las 17:00 horas y los turistas que estaban a los alrededores de la Plaza Grande (zócalo de Mérida) miraban con asombro mientras buscaban el mejor ángulo para sus fotografías.
Eduardo Reyes
Mientras la multitud canta «Perdona a tu pueblo, Señor», Gabriela Muñoz de 65 años platicó que estas celebraciones son para » entender la razón de la Pasión de Cristo; te explica la historia; es un momento para darse a las otras personas y no ponerte a ti de primero y ser egoísta».
Por otra parte, Germán Chan de 65 años comentó que es una tradición en su familia asistir a esta celebración.
«Es una práctica que realizan muchos de mis familiares, marca un momento muy importante en la vida de las personas que son cristianas», comentó.
La caminata terminó nuevamente en la puerta central de Catedral, que se encuentra custodiada por dos imágenes de San Pedro y San Pablo, a continuación la multitud se reunió nuevamente para hacer una larga fila y adorar las imágenes.
Tomada de Facebook Gustavo Rodríguez Vega
Las celebraciones del Viernes Santo terminaron con la ‘Marcha del Silencio’ y el ‘Rosario del Pésame’ ya llegando la noche.
El sábado a las 20:00 horas inició la última celebración, la Vigilia Pascual, donde se realiza la bendición del fuego nuevo mientras que la Catedral en penumbras resonaba el cántico «Luz de Cristo» y la respuesta de los fieles «Demos gracias a Dios».
La celebración continuó con las 7 lecturas y posteriormente el canto del Gloria donde las campanas resonaron y las luces del templo se encienderon para dar paso a lo que resta de la misa.
Así concluyeron las celebraciones de Semana Santa en la principal iglesia de Mérida.
* Con información de Eduardo Reyes
