El telón de fondo de las exhibiciones automotriz más elegantes del mundo está bien establecido. La Isla de Amelia tiene su arena blanca y la playa Peeble Beach su inmaculada alfombra de raigrás. Ahora, la multitud de participantes puede agregar el World Trade Center de Nueva York a esta lista.
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Una colección de máquinas meticulosas estuvo en exhibición el pasado 17 y 18 de mayo para la inauguración del Concurso de Manhattan. Los entusiastas se quedaron en la ciudad el fin de semana pasado para devorar tarta de salmón y mirar extasiados a los superautos contemporáneos: un codiciado Maserati y el modelo que llevó a BMW a la pista de carreras en la década de 1930.
El BMW 328 de 1937 fue galardonado como el Mejor del Show. El vehículo permitió al fabricante alemán en la transición de máquinas cotidianas a autos de carrera, y ganó casi todas las carreras en las que ingresó en sus años influyentes.
Los «acabados» de los bloqueos de cubo en el BMW verde están inmaculados; cambiar un neumático requiere un mazo de goma, en lugar de una llave de tuercas.
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Mercedes trajo sus puertas clásicas de «ala de gaviota» en 2009 para el lanzamiento de su auto deportivo SLS AMG. Los aficionados acudieron a este Maserati 3500GT de 1961. El primer auto de gran turismo de la marca, Maserati hizo menos de 3 mil de ellos.
El Maserati 3500GT presentó una construcción ‘Superleggera’ (peso súper ligero). Los paneles de aluminio del cuerpo se instalaron sobre un marco tubular, una técnica de fabricación prestada de la industria de la aviación.
También estuvo un Porsche 911S amarillo de 1967, que fue lanzado con el premio Best in Class. Con una ventana suave, ‘Targa’, el vehículo pesa menos de 2 mil 300 libras.
También un Jaguar XK140 MC Roadster de 1955 es otro elemento aturdidor. Jaguar los hizo por solo tres años y este modelo es uno de los ejemplos más antiguos que ha sobrevivido. El XK140 fue el primer automóvil deportivo Jaguar que se ofreció con una transmisión automática.
