CIUDAD DE MÉXICO.- La Bolsa mexicana caía este viernes más del uno por ciento, luego de una racha de siete días de alzas consecutivas, siguiendo el comportamiento de sus pares en Nueva York luego de que Estados Unidos anunciara aranceles sobre productos chinos, lo que provocó la promesa de una represalia inmediata por parte de Pekín.
A lo anterior, se habla de una segunda lista arancelaria que implicaría un monto adicional por 100 mil millones de dólares. Como en meses previos, los mercados evaluarán estas nuevas medidas impuestas por el mandatario estadounidense, recordando que este conflicto comercial podría mantenerse en el mediano plazo.
El S&P/BMV IPC retrocede 1.15 por ciento, para colocarse en las 46 mil 660.90 unidades a las 10:00 hora local de México.
En la sesión previa, el mercado subió por séptimo día, acumulando su racha más larga de ganancias consecutivas desde el 2016 y cerrar sobre el nivel de las 47 mil 197.24 unidades.
Al mayoría de las acciones que integran el IPC operan en terreno negativo.
Destaca la caída del 3.5 por ciento de Santander, seguida de Grupo Carso con el 2.8 por ciento, Coca-Cola Femsa en 2.4 por ciento, Fomento Económico en 1.8 por ciento y Megacable y Banorte en baja de 1.5 por ciento.
Por el contrario, bajan los papeles de Banregio de 0.66 por ciento, Volaris en 0.62 por ciento, Ienova 0.42 por ciento y Gruma en 0.33 por ciento.
Wall Street no se escapaba de la tendencia global y sus tres indicadores cedían terreno después de que las autoridades anunciaron aranceles sobre bienes chinos valorados en 50 mil millones de dólares, lo que provocó una promesa de represalias inmediatas y equivalentes por parte de Pekín.
El presidente Donald Trump dijo en un comunicado que impondrá un arancel de 25 por ciento a una lista inicial de importaciones estratégicamente importantes desde China a partir del 6 de julio y prometió nuevas medidas si Pekín adopta represalias.
En respuesta, el Ministerio de Comercio chino dijo que planea imponer medidas arancelarias de tamaño e intensidad similar. Pekín publicó su propia lista para 50.000 millones de dólares en bienes estadounidenses, que incluye la soja, aviones, automóviles y químicos.
El promedio industrial Dow Jones perdía 0.84 por ciento, en las 24 mil 963.89 unidades, mientras que el índice S&P 500 baja 0.41 por ciento, a 2 mil 771.26 unidades y el Nasdaq Composite cedía 0.38 por ciento, a 7 mil 731.98 unidades.
Destaca la caída del 1.9 por ciento en los títulos de Boeing, el mayor exportador estadounidense a China, arrastrando el Dow Jones por cuarto día consecutivo.
También bajan las acciones del fabricante de equipamiento para la construcción Caterpillar con el 2.42 por ciento y las del operador agrícola Bunge, un 2.75 por ciento.
Las acciones de Adobe bajan 2.49 por ciento, entre las de peor desempeño en el índice S&P 500, después de que la compañía proyectó ingresos en el tercer trimestre que fueron poco menores que lo estimado.
Por el contrario, los papeles de NXP Semiconductors subían 2.54 por ciento tras un reporte de medios de que Pekín ya aprobó la adquisición propuesta por Qualcomm del fabricante de microprocesadores por 44 mil millones de dólares.
Los títulos de Qualcomm perdían 0.21 por ciento. Fuentes cercanas a las negociaciones dijeron a Reuters que China aún no ha aprobado el acuerdo.
Los mercados financieros globales han estado agitados desde febrero ante señales de que Washington y China se dirigen a una guerra comercial después de que varias rondas de negociaciones no lograron resolver quejas de Estados Unidos por la política industrial china, además del acceso a su mercado y un déficit comercial de 375 mil millones de dólares.
Los inversores también están considerando el impacto de la política de endurecimiento monetario de bancos centrales en el mercado bursátil.
La Reserva Federal de Estados Unidos aumentó su tasa de interés clave por segunda vez este año el miércoles e indicó que existe la posibilidad de dos alzas más hasta fines de 2018.
El Banco Central Europeo dijo el jueves que pondrá fin a su programa de compras de bonos a fin de año, pese a que cualquier alza de las tasas de interés aún está distante.
En tanto que el Banco de Japón mantuvo su política monetaria estable y rebajó su perspectiva sobre la inflación en un nuevo golpe a su meta de precios de un 2 por ciento, lo que complica aún más el camino de la entidad para reducir su programa de estímulo.
Con información de Reuters y Bloomberg.
