Inicio México Caligaris, una noche feliz como las que esta ciudad necesita

Caligaris, una noche feliz como las que esta ciudad necesita

Eran pasadas las 20:40 horas de la Ciudad de México en una noche fría de otoño, que se fue calentando con el paso de los minutos.

“Lo que pasa en esta noche, queda en esta noche”, decía como advertencia la canción con la que Los Caligaris abrieron su concierto en El Foro Sol, en el que hubo cerca de 70 personas en escena entre músicos y acróbatas.

Dos canciones después vino el saludo formal de la banda a los más de 50 mil asistentes.

“No se imaginan la cantidad de veces que hemos soñado con esta noche”, dijo Martín Pampiglione, uno de los vocalistas de la banda, que si bien nació en Córdoba, Argentina, debe mucho de su éxito al público mexicano.

“Bienvenidos a la noche más feliz del mundo”, agregó.

Y esta ciudad necesita felicidad.

Los Caligaris tocaron en una ciudad donde los homicidios dolosos han aumentado 9 por ciento a mil 102 en lo que va del año, según datos a septiembre del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Una Ciudad de México donde en los primeros nueve meses del año se han cometido 40 feminicidios, seis más que un año antes.

Una capital donde al día se cometen en promedio 43 robos a transeúnte con violencia, o 10 asaltos violentos en el transporte público.

Y en este Foro Sol la felicidad carburó al filo de las 21:00 horas cuando la banda tocó uno de sus grandes éxitos ‘No estás’.

Y carburó y carburó hasta que a las 21:40 explotó cuando sonaron esas trompetas que anunciaron que venía esa que dice: “Vos sos esa simple razón por la que volví a sonreír”. ‘Razón’, una de esas canciones que se sabía cada persona que acompañó a los cordobeses.

“Es una noche histórica. Ni en los mejores sueños hubiéramos imaginado que íbamos a tocar de anfitriones en el Foro Sol. Muchas gracias, México, de todo corazón”, dijo ‘Raúl Sencillez’, otro de los vocalistas de la agrupación.

Y luego pidió que levantara la mano quien tuviera problemas. Y miles de manos se levantaron.

Lo preguntó porque cantarían después ‘Todos tenemos problemas’, que viene en su más reciente disco ‘Salva’, apenas lanzado en septiembre.

“Me doy cuenta que el futuro ya no es lo que era, lo que el mundo hoy requiere es que la gente se re-quiera”, cantaron ante miles de jóvenes a los que hoy les dicen que están construyendo el futuro.

Pero después de pocos minutos nadie quería hablar de problemas.

Vinieron unas ‘Mañanitas’ para Valentín Scagliola, músico de la banda y luego un homenaje a Celso Piña, con quien compartieron varias veces conciertos, con la canción ‘Aunque no sea conmigo’.

Y a las 22:15 salieron los mariachis, porque una buena fiesta siempre tiene mariachi.

‘El Jarabe Tapatío’, ‘Échame a mí la culpa’ (cantado por Izán Llunas, conocido por su papel en la Serie de Luis Miguel) y algunos temas de la banda como ‘Oasis’ y ‘Game Lover’ fueron acompañados por el Mariachi 2000.

Y a las 22:40 sonó ‘Quereme así’, una canción entrañable para la banda y el público, pues fue su primer gran éxito cuando llegaron a México por primera vez en 2007. En ese entonces esa canción sonaba en lugares como el Foro Cultural Alicia, y hoy, 12 años después, en un show en solitario en el Foro Sol, el máximo recinto de la ciudad para conciertos.

Vino después ‘Mi estanciera y yo’ y ‘Todos locos’, que contó con la sorpresiva participación de Belinda.

“Esta canción me encanta porque sí, estamos todos locos”, dijo la cantante.

Y nadie podía negar la locura que había en ese lugar, con todo el público de pie, brincando y cantando.

Para seguir con el ritmo tocaron ‘Kilómetros’, otro de esos clásicos.

Vino una pausa a las 23:00 horas que anunciaba que el final se acercaba.

Y luego una última tanda de canciones de los distintos álbumes que tiene la banda, que con ‘Salva’ sumó 8 de estudio, más otros dos en vivo.

Minutos antes de las 23:30 horas vino la canción final, la esperada canción final que siempre trata de los sueños por cumplir.

“Que corran todos los demás, nosotros vamos caminando. Para llegar, no hay que correr, tan sólo hay que seguir andando”.

Y esta ciudad necesita, además de más días felices, de soñadores que caminen, y caminen.
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