La caravana migrante adelantó su salida de Juchitán de Zaragoza y reinició por la madrugada su trayecto con dirección a la comunidad de Matías Romero, en el zona norte del istmo de Tehuantepec, donde permanecerán hasta el sábado cuando saldrán hacia Veracruz.
Los integrantes de la caravana señalaron que ahí esperan recibir la ayuda necesaria para llegar a la Ciudad de México el 5 de noviembre, a pesar de que no existe una ruta definida debido a que se ha modificado dos veces su itinerario.
Aproximadamente cuatro mil migrantes centroamericanos salieron de Juchitán de Zaragoza. Los migrantes solicitan el apoyo de la ciudadanía, empresas y organizaciones sociales para dotar de alimentos, agua embotellada y de garrafón, lonas, impermeables, papel higiénico, toallas femeninas, cepillos y pasta dentales, medicamentos, calzado, ropa de invierno, gorras y sombreros.
Los líderes redactaron un escrito en donde especifican que la delicada condición de salud, especialmente de niños y mujeres, implica riesgos serios que, aunado a la falta de acceso a servicios médicos en la ruta hacia Oaxaca, obliga a las autoridades a ofrecer esquemas de atención.
Además, acusaron al gobierno federal y estatal de bloquear su plan de trasladarse de forma masiva a Oaxaca en 70 unidades particulares; “la carretera de Juchitán a Oaxaca es angosta, con curvas, cerros y pocos pueblos con infraestructura para recibir a este éxodo masivo de personas desplazadas de Centroamérica, dejando la única opción de seguir a pie hacia Veracruz, un estado con altísimo riesgo de violencia a manos del crimen organizado”, dice el comunicado.
Incluso, el documento “exige de manera urgente” que las autoridades mexicanas se movilicen de manera responsable para resguardar la seguridad e integridad física de cada uno de las mujeres, niños, hombres y familias desplazadas que caminarán por esta ruta y responsabiliza de cualquier agresión contra los miembros del éxodo y acompañantes al gobierno federal mexicano.
