La capital mexicana cuenta con un potencial de inversión climática por 37 mil 500 millones de dólares al 2030, principalmente en edificios verdes, vehículos eléctricos, agua, energía renovable, transporte público y manejo de desperdicios, en donde las asociaciones público-privadas resultan la fórmula ideal, según señaló la International Finance Corporation (IFC) en su reporte Climate Investment Opportunities in Cities 2018.
“Para atraer inversiones climáticamente inteligentes, particularmente en mercados emergentes como México, el enfoque se basa en la reasignación de los presupuestos existentes y la capacidad de aumentar los ingresos. Las ciudades pueden reducir la brecha financiera si aprovechan el despliegue de modelos nuevos e innovadores de financiamiento e inversión adaptados a sus contextos específicos”, señaló Kristtian Rada, Líder del Programa de Ciudades y Gobiernos para América Latina y el Caribe del organismo perteneciente al Banco Mundial (BM).
El combate al cambio climático y en consecuencia, el futuro del planeta, se debatirá en las ciudades, aseguró la IFC, por lo que centró su reporte en el análisis de los planes de acción en las ciudades más importantes de las seis regiones de mercados emergentes.
Al analizar las condiciones de la capital mexicana, el reporte identificó que casi la mitad del potencial de inversión estaría enfocado en edificios verdes ante la fuerte necesidad de vivienda. Se espera que la población capitalina crezca 35 por ciento entre 2016 y 2030, lo que requerirá un estimado de 50 mil casas nuevas cada año para satisfacer las necesidades de vivienda.
Según el directivo, actualmente las ciudades y empresas están estructurando proyectos que pueden ser monetizados más fácilmente para atraer financiamiento privado, sobre todo en materia de combate al cambio climático.
“El éxito de estos enfoques depende de que las ciudades tengan una visión y un compromiso a largo plazo para la inversión verde, con una cartera clara y sólida de proyectos”, se lee en el informe.
