Inicio México China tiene una oportunidad ‘de oro’ por el arresto de Meng Wanzhou

China tiene una oportunidad ‘de oro’ por el arresto de Meng Wanzhou

China está explotando la oportunidad geopolítica de toda una vida. Probablemente nunca haya habido un mejor momento para deshacer la mayor ventaja estratégica América dividiendo la red global de aliados democráticos de Estados Unidos (EU), muchos de los cuales están horrorizados por la retórica y las políticas del Presidente Donald Trump y están profundamente preocupados por la capacidad de Washington. Sin embargo, Beijing está haciendo todo lo posible para recordarle al mundo democrático que tiene mucho más que temer de una China hegemónica que de una América errática.

El último ejemplo es la respuesta de China a la detención de la directora finanzas de Huawei, Meng Wanzhou, en Canadá.

El momento de la detención, acusada de violar las leyes bancarias y las sanciones comerciales de EU, seguramente fue sospechoso para los funcionarios chinos. Llegó el mismo día en el que Trump se reunió con el presidente chino Xi Jinping en Buenos Aires, en medio de las altas tensiones entre Estados Unidos y China en una guerra comercial en curso.

Sin embargo, a pesar de algunos comentarios imprudentes de Trump, no hay indicios de que esto fuera algo más que un esfuerzo legítimo para hacer cumplir las leyes de EU que Huawei había infringido. De lo contrario, las autoridades canadienses simplemente no habrían hecho el arresto.

The New York Times describió la reacción de China ante el arresto de Meng como «medida».

Beijing ha respondido con una forma moderna de toma de rehenes, deteniendo a dos canadienses (y, según los informes del miércoles, posiblemente a un tercero) sobre lo que parecen ser cargos falsos. El hakkish, el periódico casi oficial de Global Times ha implicado que los ciudadanos de otros países de «Cinco Ojos» (EU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) podrían enfrentar el mismo tratamiento. China está diciendo: arresta a uno de los nuestros y tomaremos dos de los tuyos.

Desde una perspectiva china, este enfoque tiene su lógica. Acostumbrados a un sistema de justicia totalmente politizado, los funcionarios chinos seguramente creen que el arresto de Meng fue simplemente una táctica de presión estadounidense. Esa percepción sin duda se vio acrecentada por los comentarios de Trump que sugieren que Meng podría ser liberada como parte de un acuerdo comercial, por los continuos esfuerzos del presidente para politizar el sistema de justicia de EU.

La decisión de China de apuntar a Canadá, en lugar de a Estados Unidos, también es superficialmente estratégica. La idea es castigar a los países más pequeños y débiles por cooperar con Washington, y así hacerles pensar dos veces antes de hacerlo en el futuro. Sin embargo, esa lógica tiene muchas fallas y corre el riesgo de desperdiciar la extraordinaria apertura geopolítica que se le ha dado a China.