Cuba vive este sábado duelo oficial por las 108 personas fallecidas el viernes en el mayor accidente aéreo registrado en el país en los últimos años, mientras se intensifican los trabajos de la comisión encargada de investigar las causas del siniestro.
Hasta las últimas horas de la noche del viernes, dos mujeres sobrevivientes se mantenían estables aunque graves en el hospital Calixto García de la capital. Una de ellas había sido identificada como Emily Sánchez de la O, de 39 años, residente de Urbano Noris, en la oriental provincia de Holguín.
En el Boeing 737 de Cubana de Aviación, arrendado a la empresa mexicana Damojh, viajaban desde La Habana hacia Holguín 104 pasajeros más un bebé, hijo de una doctora cubana que lo acompañaba, así como seis miembros de la tripulación, todos mexicanos. Entre los pasajeros se encontraban cinco extranjeros, informó el viceministro de transporte Eduardo Rodríguez.
La cancillería argentina confirmó que dos ciudadanos de ese país están entre las víctimas, mientras que un funcionario de la embajada de México en La Habana dijo que hay indicios de que una mexicana podría haber estado en ese vuelo. Aunque aún no se han difundido las listas de fallecidos, todo parece indicar que la mayoría procede de las provincias orientales de Holguín, Granma y Las Tunas.
Según la televisora provincial de Holguín, al menos 60 personas de ese territorio se encuentran entre las víctimas. Desde allí viajaban a partir de la medianoche vía ómnibus con al menos un familiar de cada fallecido para acelerar en La Habana el proceso de identificación de los cadáveres. Inicialmente el viaje se iba a realizar en avión, pero debió suspenderse por el mal tiempo. El trayecto en ómnibus desde Holguín hasta la capital dura unas 14 horas.
A la comisión cubana que investiga el accidente se integró la dirección aeronáutica de México.
