La defensa de las personas encarceladas como responsables del homicidio del periodista Carlos Domínguez Rodríguez el 13 de enero de 2018, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, denunció que en la investigación se fabricaron culpables con el objetivo de cobrar los dos millones de pesos que se ofrecieron de recompensa.
Gabriel Regino, abogado de los detenidos, explicó que el responsable de la “confabulación perversa” es un funcionario de la propia procuraduría tamaulipeca.
“Es un hecho que está quedando impune porque se aprovechó la dolorosa muerte de un reportero para involucrar a personas ajenas a los hechos, con el fin de cobrar una recompensa y demostrar a la sociedad del país de que aparentemente se había hecho justicia”, consideró en entrevista con El Financiero.
Dijo que la confabulación estuvo a cargo “del propio encargado de investigación de delitos de la Procuraduría de Tamaulipas, Natanael Isaí Castelán Iturría, junto con un excliente suyo, quien se encargó de ofrecer 500 mil pesos a otra persona a cambio de que aceptara ser presentado como autor material de homicidio del periodista Domínguez”.
El abogado aseguró que decidió hacer público este hecho porque las autoridades ministeriales de Tamaulipas han cerrado la investigación con la captura de seis personas, entre ellas dos reporteros –uno de ellos recién fallecido en prisión-, pero todas detenidas injustamente.
Dijo que en unos días iniciará el juicio contra estas personas, donde se busca evidenciar que la autoridad de Tamaulipas actuó en una forma atroz, pues no solo hubo corrupción sino también fabricación de culpables.
