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El “Dark Side” del Sol

Luis Treviño Chapa Fuente: Cortesía

La importancia del “Storytelling” para una marca

Quienes vivimos nuestra infancia durante los 80’s nos regíamos bajo unos valores entendidos: o te gustaba Star Wars o te gustaba Luis Miguel. No podías creerte aficionado de las espadas láser y al mismo tiempo tararear la canción de “1+1=2 enamorados”; o al menos así lo veíamos en mi casa. Como yo formaba parte del “Team Skywalker” aborrecía todo lo que existiera alrededor de “El Sol”.

No hace mucho tiempo, a Netflix se le ocurre anunciar el lanzamiento de la serie de Luis Miguel, algo que naturalmente causó revuelo en miles de fanáticas y mireyes por todo México. En mi caso, apegado a mis usos y costumbres, rechacé formar parte de esta moda superflua.

Para mi molestia, a medida que avanzaban los episodios, observaba como aumentaban los comentarios y “memes” haciendo alusión a la serie, llegando hasta convertirse en el tema principal de las redes sociales. Debido a mi marginación voluntaria, desconocía el significado de lo que tanto se hablaba. Al no poder aguantar mi curiosidad, decidí flexibilizarme un poco y ver un par de episodios (total, ¿qué tanto daño podía hacerme?).

El gravísimo problema es que, para mi sorpresa, debo confesar (esto queda entre nosotros) … que la serie sí me gustó mucho. Es la trágica verdad. Lo peor es que no sólo vi toda la temporada, sino que ¡hasta el protagonista me cayó re bien!

Sufrí una crisis de identidad que provocaba quejarme como Chewbacca, pues veía como mis valores culturales cimentados desde mi infancia se derrumbaban. ¿Cómo era posible que ahora fuera seducido por el “dark side” del sol?

Para mi fortuna, al cabo del tiempo llegué a un hallazgo asombroso. Logré encontrar la razón del por qué me había gustado tanto la serie si odiaba tanto a Luis Mi. Puede que te sorprenda la respuesta, pero es la verdad y es la siguiente: la serie de Luis Miguel es exactamente lo mismo que Star Wars.

Según reconocidos psicólogos y antropólogos como Carl Jung o Joseph Campbell, los seres humanos tenemos nuestros cerebros configurados para sentirnos atraídos a historias con arquetipos y estructuras universales; donde aún y que cambien la trama y los personajes, la columna vertebral de la historia es la misma. Esto sucede desde la mitología griega hasta Harry Potter, de “les Misérables” a “Toy Story”. El motivo por el cual funciona la receta, es que estas historias logran que nos identifiquemos con los personajes y las situaciones por las que pasan. Es así como se descubre el poder del “storytelling”.

La estructura de la historia de Star Wars y de la serie de Luis Miguel son idénticas: cuentan con un héroe; Luke Skywalker un inocente joven que descubre que tiene un poder especial que le llama a lograr algo trascendente y Luis Miguel, otro joven con un poder especial (su talento para cantar) que lo llevará a escenarios importantes. Ambos tienen a un padre villano; el malvado Darth Vader y el aún más malvado Luisito Rey. Tienen como guías de sabiduría a Yoda y al manager argentino, Hugo López. Finalmente tienen una importante misión que cumplir: destruir la estrella de la muerte (para regresar el balance al universo) y encontrar a Marcela, la mamá de Luis Miguel (para restaurar su paz interior). Como diría Vader; es inútil resistirse.

En la mercadotecnia se ha descubierto que el “stroytelling” juega un rol fundamental no sólo en las series y películas, sino en todas las empresas. Una buena historia, tiene el enorme poder de generar conexiones entre el autor y el espectador, en la marca y el consumidor. En un mundo de hipercompetencia y saturación de publicidad, una marca se vuelve más relevante cuando encuentra en su comunicación una narrativa que haga resonancia en las emociones de las personas. Harley-Davidson, por ejemplo, lo consigue creando un mundo rebelde y audaz; Victoria’s Secret lo logra invitando a un mundo seductivo y elegante. En México, Tecate, una marca que tuvo gran impulso en Monterrey, utiliza a Sylvester Stallone como Yoda, recordando a los hombres que a veces les hace falta ver más “bax”.

El uso del “storytelling” es universal. Mientras exista un mercado y una necesidad que atender, cualquier empresa tiene las posibilidades de crear una historia emocional que le permita atraer, conectar y finalmente, atrapar a sus clientes (así como Luisito Rey atrapó a la mamá de Luis Miguel).

El autor es Director General de “Signal Retail and Entertainment” y dirige la franquicia Chuck E Cheese´s en el Norte de México; también es consultor de marketing y experiencia del consumidor.

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Instagram: @luis_trech

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