De vez en cuando al gobierno federal le salen bien las cosas. No las que uno quisiera, no las más importantes, pero de que algunas jugadas le llegan a salir redondas, eso que ni qué. La más reciente ocurrió en el caso de JDDO.
Me gusta eso de JDDO. Ya no es exgobernador, ya no es licenciado, ya no es Javier Duarte de Ochoa, ya no es siquiera ‘Javidú’. Ahora es JDDO. Impronunciable y muy ad hoc para un personaje poco simpático tipo Star Wars: JDDO.
Pero volvamos al gobierno federal. En la audiencia del sábado, ya se sabe, la Procuraduría General de la República fue por todas las canicas, y casi todas se las llevó.
A petición de la PGR a JDDO el juez lo ligó a proceso, JDDO se quedará ‘entambado’ para empezar seis meses, plazo en que los fiscales tendrán ocasión de armar el caso contra JDDO. Triunfo redondo así haya decidido, el juez, no mover a un penal federal a JDDO.
Tan redondo fue este triunfo parcial de los muchachos de Raúl Cervantes que los fiscales se dieron el lujo de soltar por ahí una pieza que dota de novedad, y sobre todo de morbo, al rompecabezas del saqueo en Veracruz.
Como que no quiere la cosa los fiscales hicieron saber urbi et orbi (habida cuenta de que la sala estaba repleta de prensa) que JDDO (dicen) tenía novia. Que JDDO (dicen) pidió camioneta de cara marca inglesa y departamento para la susodicha. Que JDDO (dicen) también habría desviado dinero para dar gusto a una señora que no era la que la ley dice (o decía en aquellos tiempos) que era su señora.
El dulce envenenado hizo el efecto pretendido por la PGR. ¿Hacia dónde se fue la atención de los medios y las redes sociales? ¿Nos pusimos a hablar de la red de corrupción que habría posibilitado lo que dicen los fiscales que hizo JDDO o nos pusimos a hablar de que JDDO tenía una novia?
La respuesta es obvia. Tan obvia como mojigata, pacata, de rancia moralina. A querer o no, el gobierno ha promovido un linchamiento de una señora que hoy no es funcionaria ni presunta criminal ni nada. La prensa ‘seria’ nos satura de los detalles sobre su corrido, su semidesnudo, sus relaciones. Medios de comunicación que dedican planas enteras en su cobertura feminista (es un decir) en el día de la mujer, que claman por la no discriminación en contra de la mujer, que se quejan de los feminicidios, que condenan (dicen) el machismo… Medios que a las primeras de cambio se ceban con una señora que ni en la audiencia estuvo para ejercer el derecho a la defensa. Gracias PGR por tan alto momento.
El desvío de recursos es reprobable sin importar el monto. Mil pesos de dinero público gastado indebidamente sería demasiado y suficiente para enviar a alguien a la cárcel, ya no digamos el importe de una Land Rover –como la que dicen regaló JDDO a la JDDO-novia– o el monto que implicaría un departamento. Quede esa obviedad establecida para subrayar que si JDDO desvío cientos de miles de pesos para regalos personales, es grave, debe perseguirse, probarse y castigarse; pero de ahí a considerar que el tema importante es la JDDO-novia, media un mundo de impunidad.
El señuelo distractor funcionó. Mientras México habla de una viuda que escandaliza a gazmoños, un puñado de cómplices de JDDO se carcajea desde su fuero legislativo, local y federal. Qué gran jugada PGR. ¡Clap, clap, clap!
Twitter: @SalCamarena
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