El presidente mexicano Enrique Peña Nieto
Mientras todo México hace frente común para pedir un mejor trato para los inmigrantes mexicanos que viven en los Estados Unidos, un informe de la cadena estadounidense CNN en Español mostró como, en realidad, el país azteca implementa en su frontera sur las mismas políticas que rechaza cientos de kilómetros más al norte.
El informe comienza en las orillas del río Suchiate, en la frontera entre México y Guatemala, donde una mujer qué huyó de El Salvador hace tres años tras el asesinato del hijo vive en el temor de ser deportada.
“Hoy están bien estrictos con la vigilancia”, relata Anna Villatoro. “El centroamericano se lo llevan y lo deportan”, dice ante las cámaras.
Según detalla el informe de CNN, México puso en marcha en 2014 un programa llamado “Fronteras Sur” cuyo objetivo era supuestamente “salvaguardar los derechos de los migrantes que pasan y transitan por el país”.
Pero en la práctica, se convirtió en el primer muro -el del sur- para frenar el paso de los inmigrantes hacia Estados Unidos.
La cadena estadounidense cita otro dato que contribuye a mostrar los resultados de las políticas restrictivas de México hacía los inmigrantes: sólo el año pasado 250 mil personas fueron reenviadas a Centroamérica.
Además, las autoridades mexicanas y las estadounidenses están colaborando para fortalecer una nueva base militar en Chicomuselo, en el estado de Chiapas.
“Cada día está más difícil”, dice Carmen Corea, una inmigrante salvadoreña.
Por otra parte hay, en México, quien es consciente de la contradicción.
“Tenemos que aplicar la misma política que pedimos a EEUU a los inmigrantes centroamericanos”, dijo Luis Gonzales Pérez, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México.
