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El piloto automático de Tesla: una joya para algunos, que costó la muerte de otros

El último día de su vida, Jeremy Banner se despertó listo para emprender un nuevo viaje a bordo de su Tesla Model 3 rojo, y se dirigió hacia el sur de Florida entre pantanos y tierras de cultivo.

Banner, mientras viajaba, activó una palanca en una de las columnas de la dirección del auto y sonó una campanilla suave. Había activado la característica de seguridad automática más compleja y controvertida de la firma: el piloto automático de Tesla.

Se trata de un sistema informático que realiza todas las funciones de la conducción del vehículo en carretera sin intervención alguna del conductor. El auto puede acelerar, cambiar de carril, tomar salidas y, si ve un obstáculo, esquivarlo o frenar.

Tesla considera que su ‘Autopilot’ es el primer paso para dominar el mercado automotriz mundial. Ha registrado más de mil 500 millones de millas en piloto automático a la fecha desde su lanzamiento en 2015 y los clientes parecen adorarlo.

Aunque el manual del propietario advierte a los clientes que deben supervisar el automóvil en todo momento mientras se utiliza el piloto automático, eso no ha impedido que los usuarios lean libros, tomen siestas, toquen el ukulele o incluso tengan relaciones sexuales mientras su auto los lleva a donde van. Consideran el piloto automático del Tesla como una joya.

Pero esa mañana de marzo, el auto de Banner no pudo detectar un camión con remolque que cruzaba la carretera de cuatro carriles frente a él. La atención del conductor al parecer se había desviado.
El auto golpeo un costado del remolque a 68 kilómetros por hora y posteriormente se fue debajo. El hombre de 50 años murió.

Los errores informáticos que ha presentado el piloto automático de Tesla no son como los erorres humanos. Su tecnología tiene reflejos de relámpago y su atención nunca falla, pero tiene un problema: no puede detectar el peligro en el camino.

Ese error fue crucial en cuatro de las cinco muertes registradas por el piloto automático desde 2015. De hecho, los restos de Banner tenían un extraño parecido con el de sus antecesores. La familia de Banner demandó a Tesla bajo la Ley de Muerte Injusta de Florida.

El argumento de sus herederos es un reclamo directo de responsabilidad a los desarrolladores del producto: Tesla prometió un automóvil seguro y entregó uno peligrosamente defectuoso.

Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, dice que la tecnología de Autopilot salva vidas y algunos propietarios del vehículo ofrecen sus propios testimonios de los peligros detectados y las colisiones evitadas. Incluso, han publicado videos para comprobarlo.

Lo más posible es que ambas partes tienen razón en que las computadoras han ocasionado la muerte de algunos que en otras circunstancias habrían vivido, pero han salvado la de muchos más.

Tesla, además, dice que su tecnología es confiable aunque no lo suficientemente para que el conductor desvíe cien por ciento su atención del camino, por lo que requiere mantener las manos, al menos, cerca del volante.

Por otra parte, los reguladores de diversos estados ven a Autopilot como un programa avanzado de asistencia al conductor, básicamente un control de ‘Cruise’ mejorado, pero no una herramienta que puede abordar las características de un conductor totalmente como semáforos, señales de alto y desde luego, situaciones de peligro.

“No puede conducirse por sí solo perfectamente, pero las actualizaciones de software llegan casi cada dos semanas con mejoras y el auto se conduce un poco más humano cada vez”, considera Omar Qazi, un ferviente fanático y propietario de la firma cuyo nombre en Twitter es @tesla_truth. Minutos después, a bordo del vehículo, un sedán plateado se metió en el carril en el que viajaba su Tesla, y el auto frenó suavemente. “¿Lo ves?”, expresó sonriente.

En conclusión, el debate se centra en cómo el uso de la tecnología puede hacer más segura una tarea como conducir, que tampoco garantiza que se evitarán accidentes cuando hay un humano al volante. De hecho, más de 40 mil estadounidenses murieron en EU mientras conducían y 1.4 millones fallecieron al volante a nivel mundial, durante 2018. Los cálculos de Qazi indican que el piloto automático de Tesla salvarían 3 mil vidas al día.

Actualmente, hay 500 mil Teslas en camino, con piloto automático integrado, que llegarán en los meses siguientes a los consumidores estadounidenses.