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El reto de la confianza

Fuente: Cortesía

Desde 1995 la Corporación Latinobarómetro ha conducido estudios en los países de América Latina para conocer la opinión de la población sobre el desempeño económico, el desempeño de los gobiernos, las preferencias sobre el sistema político y la confianza en las instituciones, entre otros temas.

En esta edición se llevaron a cabo más de 20 mil 200 entrevistas de cara a cara, con muestras representativas de entre mil y mil 200 entrevistas en 18 países de América Latina entre junio y agosto del presente año. El análisis a través del tiempo de los resultados de estos estudios nos permite ver con preocupación, tendencias negativas de la confianza de la población sobre sus gobiernos, y sobre el desempeño de sus sistemas económicos y políticos; y en general una clara erosión de la confianza social en las instituciones políticas.

Desde hace algunos años hemos visto resultados electorales que reflejan cada vez más una mayor inclinación de la sociedad hacia modelos populistas, tanto de izquierda como de derecha, pero todos con un estridente sentido nacionalista, proteccionista y de aislamiento.

Quizá la pérdida de afección por el sistema democrático actual y por el modelo económico occidental, tenga sus raíces en la falla visible por resolver grandes problemas sociales regionales y nacionales. Pero siempre he creído que la falla de cualquier sistema es consecuencia de la debilidad estructural de sus instituciones. Y en México, nuestras instituciones aún son débiles, lo que alienta la corrupción, la ineficiencia y la inestabilidad económica y social.

De acuerdo a este reciente estudio de Latinobarómetro, en México sólo el 16 por ciento de la población entrevistada dice sentirse satisfecho con la Democracia. En toda América Latina el 24 por ciento dice sentirse satisfecho y en Uruguay, el país con el porcentaje más alto, sólo tiene el 47 por ciento. El porcentaje de satisfacción a nivel continente ha caído del 44 por ciento en el 2010 el nivel más alto en los últimos 23 años, al 24 por ciento en este último año. En el tema económico los resultados también son preocupantes, sólo el nueve por ciento la población entrevistada en México considera que la situación económica es de Buena a Muy Buena.

En Chile el 26 por ciento la población considera que la situación económica es entre Buena y Muy Buena, y es el país con el mayor porcentaje. Como sería de esperar, en Venezuela sólo el uno por ciento de la población considera que la economía se encuentra en esa situación.

Por otro lado, respecto a la aprobación de los gobiernos, en todo Latinoamérica se encuentran en serias dificultades, pues sólo el 32 por ciento aprueba el desempeño de sus gobiernos.

En México, sólo el 18 por ciento aprueba el desempeño del gobierno actual y solamente Brasil está más abajo que nosotros, con el seis por ciento de aprobación. Costa Rica y República Dominicana cuentan con el 53 por ciento de aprobación de sus gobiernos, y son los países con más alto porcentaje.

Creo que sin lugar a dudas que hay un claro hartazgo de la sociedad ante el deficiente desempeño de nuestros sistemas políticos y económicos; sin embargo, también creo que el clientelismo y la corrupción – que son fenómenos de cualquier sistema – han sido la plaga prevaleciente en México que ha impedido el fortalecimiento de las instituciones y al mismo tiempo ha mermado el potencial del desempeño económico.

Me pregunto si la nueva administración federal en México tiene entre sus planes fortalecer las instituciones, regresar la confianza a la sociedad sobre la democracia y asegurar un desempeño estable y creciente de nuestra economía. Porque tristemente, lo que hemos visto en los seis meses previos al 01 de diciembre 2018, evidencia lo contrario.

El autor es Decano de la Región Norte de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, del Tec de Monterrey.

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