Rutilio Escandón Cadenas, gobernador de Chiapas, aseguró que el trato que reciben los migrantes es “muy humano”, en medio de las protestas de migrantes que piden agilizar la recepción de solicitudes de refugio y la entrega de pases de salida.
Escandón calificó como «normal» que haya inconformidades porque el país no estaba preparado para la gran cantidad de personas que ingresó de manera irregular a territorio nacional este año.
“Siempre hay protestas, es normal cuando llega mucha gente, pero se les trata de una manera muy humana. Obviamente no estábamos acostumbrados a estos flujos masivos de migrantes, pero estamos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para atenderlos” expresó.
Los manifestantes llevan cuatro días afuera de la estación migratoria Siglo XXI, en donde cientos de personas exigen que las autoridades agilicen los trámites; meses atrás se registraron amotinamientos en los albergues temporales, en los que había quejas de malos tratos.
El mandatario aseguró que esa crisis ya fue superada porque las acciones emprendidas por el Gobierno federal han dado resultados y se ha logrado deportar a mayor cantidad de personas.
Además, aseguró que el número de personas migrantes, en su mayoría provenientes de Centroamérica ha disminuido, a tal grado que en la entidad han cerrado ya algunos centros de atención que fueron abiertos de manera provisional.
Apuntó que de haber contado hasta con 12 mil personas en los albergues, al corte de este jueves se registran 2 mil 450, un número significativamente menor a los picos alcanzados en mayo y junio.
“Les hemos dicho que no se dejen engañar porque abusan de ellos los traficantes de indocumentados. Nos está dando resultado porque hemos cerrado algunos albergues, entonces seguimos adelante con esto, y claro que estamos haciendo lo necesario para apoyarlos, porque sabemos las condiciones que dejaron atrás en sus países de origen” finalizó el mandatario local.
De acuerdo con la legislación actual, los migrantes tienen acceso a iniciar el proceso para recibir el estatus de refugiado por cuestiones humanitarias o recibir un pase de salida que les da un plazo de 20 días para salir del país sin ser detenido. Sin embargo, algunos migrantes llevan más de tres meses sin poder acceder a esas opciones que les permitirían llegar a la frontera norte de
