El sector privado mexicano y el estadounidense apoyarán a ambos gobiernos al diseño de soluciones para enfrentar la crisis migratoria en la frontera, acordaron el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Cámara de Comercio de Estados Unidos (US Chamber of Commerce).
Lo anterior, se acordó con la finalidad de evitar poner en peligro la relación comercial entre ambos países y la ratificación del T-MEC.
“La imposición de aranceles a México no ataca las causas fundamentales de la migración y pone en peligro nuestros intereses económicos compartidos», dijo Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE.
«Los gobiernos de los Estados Unidos y México deben trabajar junto con sus comunidades empresariales y sus contrapartes del Triángulo del Norte para resolver la crisis actual”, añadió.
Salazar Lomelín viajó el martes a Washington para dar soporte a los funcionarios mexicanos en las negociaciones sobre la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos.
“Nuestras organizaciones están comprometidas con la rápida aprobación del Tratado México Estados Unidos Canadá (T-MEC) en nuestras legislaturas respectivas. Eso no podrá lograrse sin eliminar primero la amenaza arancelaria. Debemos continuar impulsando hacia adelante la relación económica bilateral a través de la implementación de este acuerdo histórico, no dar marcha atrás”, advirtió.
Thomas J. Donohue, presidente y CEO de la US Chamber of Commerce y Salazar Lomelín, del CCE, anunciaron la formación de una alianza para abordar los desafíos migratorios en la frontera.
La alianza establecerá un grupo de trabajo público-privado dedicado a formular y promover propuestas concretas y mesurables para reducir la migración en el corto plazo.
“Solicitaremos el apoyo de expertos en materia de seguridad regional, desarrollo económico y migración. Esperamos que la alianza tenga su primera reunión en México en el futuro inmediato”, apuntó Salazar Lomelín.
