Empresas multinacionales calificaron como «muy activo» en fiscalización al Servicio de Administrativo Tributaria (SAT) durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, ya que cada vez se les requiere más información y tener que adaptar sus sistemas a los que utiliza Hacienda para poder cumplir con las obligaciones fiscales.
Durante el 20º Foro de Tributación Internacional organizado por el Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), los directivos coincidieron en que, si bien el SAT está a la vanguardia tecnológica internacional con la digitalización de los trámites, las empresas han tenido algunos problemas en la adaptación.
Cintia del Socorro González, directora fiscal en Servicios Administrativos Fresnillo, sostuvo que el SAT actualmente está muy activo en cuestión de fiscalización y durante la presente administración el fisco fue intenso en los requerimientos, lo que obligó a las empresas a contratar equipos de apoyo para cumplir con el fisco.
Del Socorro dijo que, por ejemplo, cuando las empresas realizan solicitudes de devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) mensual, llegan requerimientos del SAT bastante extensos.
«Me parece que llega a tal grado la solicitud de información del SAT que áreas fiscales de empresas no son suficientes para dar respuesta con oportunidad y correctamente a los requerimientos de información. A mí me parece que sí es un problema porque te dedicas a responder al SAT o a tus funciones ordinarias fiscales«, expuso la directiva.
Alma Álvarez, líder de Finanzas Corporativas y Contraloría en Procter & Gamble México, apuntó que la digitalización que ha llevado a cabo la autoridad, ha obligado a las empresas a llevar el mismo ritmo que el SAT.
«Cada vez hay más escrutinio y más detalle, cada vez hacen filtros que obligan a llevar una dinámica a la par. Mi opinión es que va a haber más (en próxima administración), la tecnología nos está ayudando pero también está ayudando a que la autoridad fiscal tenga más información», afirmó Álvarez.
Armando Pérez, socio en PwC México, indicó que con la nueva factura electrónica el SAT posee más información de las empresas como son estados bancarios o flujos financieros, lo que representa un reto para las organizaciones.
«Lo que ha pasado con el SAT es que, por ejemplo, pides una devolución de IVA y de pronto terminas entregando información que termina en un pago de cuotas al IMSS o regularizando outsourcing, y esto obedece a la cantidad de información que tiene», subrayó Pérez.
