En la semana que terminó se registraron al menos cinco agresiones contra elementos de las fuerzas federales (soldados, marinos y policías federales) que realizan labores de seguridad en el país, con saldo de cuatro fallecidos y tres heridos.
Este tipo de agresiones no se veía desde septiembre pasado, último registro que se tenía de una baja de integrantes del Ejército mexicano. Dichas agresiones están aparejadas al nivel de violencia que no se ha frenado en el país.
Y es que en lo que va del mes, coincidente con la llegada de la nueva administración federal y aplicación de una nueva estrategia de seguridad, se han cometido en el país más de 500 homicidios, según recuentos periodísticos.
El ataque más violento contra las fuerzas federales, registrado durante la semana, ocurrió el jueves pasado en Michoacán, donde tres elementos de la Policía Federal fueron emboscados y asesinados.
Los hechos se registraron en la carretera Morelia-Pátzcuaro en inmediaciones del Fraccionamiento Arcos San Pedro, en Morelia.
Los elementos federales realizaban recorridos de vigilancia cuando fueron atacados por civiles armados que viajaban en camionetas y quienes, tras la agresión, huyeron del lugar sin que al momento hayan sido detenidos.
Ese mismo día en Ciudad Hidalgo, Coahuila, elementos de la Marina-Armada de México fueron atacados por civiles armados cuando realizaban recorridos de vigilancia.
En el lugar un elemento de la Marina falleció y tres más resultaron heridos, mientras que dos de los civiles armados también perdieron la vida.
El miércoles, en Puebla, elementos del Ejército fueron atacados y humillados por civiles cuando los elementos castrenses realizaban vigilancia en una toma clandestina que se hizo en un ducto de Pemex.
Los soldados fueron golpeados por los civiles quienes iban armados con palos y piedras. Al final los soldados tuvieron que irse del lugar para evitar una agresión mayor o afectación a su integridad.
