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Energía, Francia y Nuevo León

Alonso Elí García Fuente: Cortesía

Es indudable que el sector energético es de gran relevancia para Nuevo León, primero, por el incremento en la demanda de gas y electricidad derivada del crecimiento poblacional que se vive en el área metropolitana de Monterrey y segundo, porque las empresas del Estado modifican constantemente y al alza sus volúmenes de producción, es por esto que el consumo de energía ha alcanzado una tasa de crecimiento significativa en años recientes.

Tenemos que tomar en cuenta, que la producción y el consumo de energía son la mayor fuente de emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), por lo tanto, a mayor consumo mayor emisión. El sector energético desempeña un papel fundamental para desarrollar e implementar estrategias a largo plazo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y en nuestra propia Ley General de Cambio Climático (LGCC). Muchas organizaciones internacionales, como la Agencia Internacional de Energía (AIE), evalúan de forma regular el impacto de las políticas del sector energético en los edificios, la industria y el transporte, entre otros.

Las evaluaciones han arrojado que la eficiencia energética es una de las claves para la transformación industrial de los sistemas de energía y desempeñará un papel importante en la reducción del crecimiento de la demanda mundial de energía a un tercio de la tasa actual para el 2040. La investigación llevada a cabo por el Consejo Mundial de la Energía (WEC), junto con la Agencia Francesa de Gestión del Medio Ambiente y la Energía (ADEME), concluyó que la eficiencia de la producción y el consumo de energía continúan mejorando en todo el mundo, pero que se puede y se debe hacer mucho más. Este es el más grande reto para los industriales de Nuevo León.

La eficiencia energética ofrece una oportunidad única para conciliar la competitividad económica con el desarrollo sostenible, al mismo tiempo que reduce el costo de la energía y aumenta la productividad y es aquí donde la experiencia de Francia se hace presente. Durante décadas el país galo ha originado tecnologías tanto para la generación como para el consumo eficiente de energía, ayudando a disminuir la huella de carbono, de igual forma Francia es pionero en el desarrollo e implementación de la ahora llamada Industria 4.0. En México y particularmente en Nuevo León, contamos con una industria altamente contaminante que puede y debe aprovechar el know-how francés.

Muchos argumentarán que no es necesario que los países colaboren en transferencia de tecnología enfocada en la eficiencia energética ya que cada nación tiene contextos particulares, sin embargo tenemos que imaginar cuánto tiempo y esfuerzo puede desperdiciarse cuando las potencias, los estados y particularmente los empresarios intentan descubrir el hilo negro.

La colaboración puede ayudar a identificar las técnicas o los sistemas más exitosos de eficiencia energética así como el diseño de las mejores prácticas que ayudarán a los países a alcanzar el objetivo de disminuir la temperatura mundial.

Nuevo León, sigue en un arduo proceso de transición energética para la implementación de energías limpias y medidas de eficiencia, el proceso será largo, sin embargo, para los entusiastas de las colaboraciones, contamos con una oficina de Representación de Francia en el Estado la cual está abierta en conectar a los industriales de ambos países en la modernización sostenible de las empresas para combatir en conjunto al cambio climático, hecho que beneficiaría a la disminución de la temperatura así como los altos índices de contaminación a los que nos enfrentamos. On y va!

El autor es Socio del Despacho Elí & Szymanski así como Coordinador de asuntos energéticos de la Federación Franco Mexicana. También es asesor de la Comisión de Energía en la Honorable Cámara de Diputados.

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