El fútbol de Estados Unidos es de oro. La selección estadounidense volvió a demostrar que lo suyo es jugar en conjunto. Con las piezas bien ordenadas y con un poco de ‘soccer’ lograron alcanzar la cima en la Concacaf, al vencer a Jamaica 2-1 y tras coleccionar su sexta Copa Oro, uno menos que su vecino del sur, México.
Los de Jamaica jugaron un fútbol temerario. Desde los primeros minutos presionaban cada salida de los norteamericanos. Su apuesta era ganar con el corazón más allá de lo que les pudieran dar las piernas. En un tiro de Jozy Altidore, el meta jamaiquino Andre Blake bloqueó. En el rebote se lanzó para cubrir su marco el remate de Nagbe y se lastimó los dedos de la mano derecha. Tuvo que salir de cambio, entre lágrimas y acompañado por los médicos. Eran apenas 23 minutos de juego. Blake fue uno de los más destacados en la semifinal contra México.
Los de las barras y las estrellas tardaron en dar la primera estocada. Fue hasta el límite de la primera parte cuando una genialidad de Jozy Altidore hizo el gol en un tiro libre. La anotación aparentaba tumbar el ánimo de los isleños. Pero en los primeros cuatros minutos del segundo tiempo, un tiro de esquina le llegó al defensor Watson que con un estirón de su pierna emparejó el encuentro, 1-1.
Watson, autor del gol de Jamaica R. BECK AFP
El seleccionador de EE.UU. mandó a la cancha a Clint Dempsey, por mucho su mejor futbolista, para tratar de fortalecer la ofensiva. Aunque los de Jamaica se atrincheraron para conservar el resultado y, cuando los estadounidenses bajaban la guardia, salían a toda velocidad para hacer el gol. La insistencia de los locales se mostraba con los continuos centros al área. En uno, a dos minutos del final, llegó el gol de Jordan Morris, el del triunfo agonizante. Los jamaiquinos rozaron la posibilidad de llevarse consigo su primera Copa Oro.
Los estadounidenses no perdieron ni uno de sus juegos. Contra Panamá empató. Aunque, claro, sufrió un poco contra la débil Martinica en la fase de grupos al ganarlo 3-2. Doblegó 3-0 a Nicaragua. Un 2-0 a El Salvador en cuartos y en semifinales pasó por encima de Costa Rica con dos goles a cero.
Bruce Arena se tomó la Copa Oro con sabiduría. Al principio llamó a 23 futbolistas, con ausencias de sus figuras. Tras superar la fase de grupos, las benévolas reglas del torneo le permitieron cambiar a seis jugadores. Allí convocó al confiable guardameta Tim Howard, al capitán Michael Bradley, al atacante Jozy Altidore y a Clint Dempsey, el atleta que rechazó otros deportes. El entrenador no pudo atraer a su mejor hombre, Christian Pulisic del Borussia Dortmund.
Sin México en la final, los precios de los boletos se abarataron. Antes de la final México-Jamaica, las entradas costaban entre 75 y 79 dólares. Después de la eliminación del tri rondaban los 22 dólares, según los portales especializados en venta de boletos.
