Matin Tamizi llegó a Estados Unidos en 1991 como indocumentado cuando tenía seis años con su madre y hermana. Desde entonces, el empresario ha vuelto solo dos veces a Irán, en 2008 y en 2010.
El ahora fundador de la app Fintech Cuenca comenzó a trabajar desde los trece años para ayudar a su mamá que tenía hasta tres empleos al mismo tiempo. En 2005 su perseverancia rindió frutos, se graduó como ingeniero en computación por la Universidad de Maryland, College Park, y desde entonces ya soñaba con emprender.
En 2008, Tamizi compró su boleto al éxito: un lugar en San Francisco, California, llamado Silicon Valley, luego de recibir la noticia de que su madre había terminado de pagar la hipoteca.
“Mi mamá pagó su hipoteca, entonces ya no tenía esa responsabilidad. Renuncié a mi empleo, encontré un reemplazo y compré un boleto a San Francisco para trabajar en Silicon Valley, cuando era el centro del mundo de la tecnología. Era mi vida”, cuenta Tamizi.
En el semillero tecnológico, que vio nacer a empresas como Uber y Tesla, Tamizi inició trabajando como ingeniero de software y vicepresidente de desarrollo de negocio en la startup de e-commerce Milo, que después fue comprada por e-bay en 2010.
En ese mismo año, emprendió con Balanced, un procesador de pagos en línea enfocado en marketplaces y plataformas de crowdfunding, con el que en 2014 consiguieron mil mdd entre operaciones de tarjetas y transferencias interbancarias de inversionistas, entre ellos el CEO de Airbnb, Brian Chesky.
Tras la venta de Balanced en 2015, el emprendedor que alguna vez tuvo su ‘banco’ debajo del colchón de su madre, no sabía muy bien lo que quería hacer, pero empezó a investigar las oportunidades de Fintech en el mundo y México, en donde existen cerca de 330 empresas del rubro, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), era un área de oportunidad.
“Yo tenía una pasión por las Fintech, incluso desde antes que se llamaran así. Entiendo la importancia de la infraestructura financiera y su aplicación en la vida”, narra. “La oportunidad más interesante estaba en Latinoamérica, en especial en México, que es la economía más grande hispanoamericana”.
El fundador relata que su intención era crear un producto para el 60 por ciento de los mexicanos que no tienen una cuenta bancaria y que casualmente son quienes desconfían de las instituciones.
“En EU para solicitar una licencia hay que trabajar con 51 reguladores y para cada estado, pero en México el sistema de regulación es más sofisticado”, afirma.
Luego de un análisis minucioso, basándose en su experiencia y en la necesidad de las personas que están fuera de su país, Tamizi emprendió en México en 2018 con Cuenca, una plataforma de servicios financieros digitales en convenio con Accendo Banco y Visa.
Cuenca permite realizar operaciones de envío y recepción de dinero, así como pagos de servicios todo el año sin comisiones. Básicamente es una cuenta de banco desde el móvil porque puede solicitarse una tarjeta física que llega a cualquier parte de la CDMX en 90 días y usarla para compras, pagos y cajeros.
“Hay muchas personas, por ejemplo, un vigilante que no tiene tiempo para ir a una sucursal y abrir una cuenta, entonces puede pedir una tarjeta con nosotros y llega a su casa”, asegura.
También dice que es una buena opción para las personas que llegan a un nuevo país y no cuentan con los documentos necesarios para abrir una cuenta bancaria en una sucursal.
El empresario considera que pese a que la app da una tarjeta virtual, las tarjetas físicas todavía son importantes.
Actualmente, la seguridad de Cuenca está en manos de una experta en Inteligencia Artificial del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y un equipo de ingenieros con experiencia en riesgo y su centro de atención a clientes es vía WhatsApp.
Cuenca cerró el 2018 con más de 2 millones de dólares por parte de inversionistas. Para 2019, el objetivo de la firma es que los conozcan y ganar confianza.
En México, la Ley Fintech, que regula a tecnológicas como Cuenca, se promulgó el 8 de marzo de 2018 y se publicó al día siguiente en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Dicha ley se encarga de que las Instituciones de Tecnología Financiera (ITFs) operen bajo regulación y supervisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Banco de México y la CNBV para, entre otras cosas, proteger la información de los usuarios y prevenir delitos como el lavado de dinero.
Las plataformas de crowdfunding y las de fondos de pago electrónico tienen hasta septiembre de este año para solicitar su permiso de operación ante la CNBV, de lo contrario no podrán operar en el país.
Las ITFs que quieran regularizarse deben, entre otras cosas, solicitar autorización ante la CNBV para comenzar a operar, presentar a sus accionistas y administradores el aviso de operaciones, contar con capital mínimo para operar y por activos sujetos a riesgo y constituirse legalmente como sociedades anónimas (S.A.). Además, tener controles internos y administración de riesgos, seguridad de la información y continuidad de la operación.
¿Cómo funciona Cuenca?
– Descargar la aplicación Cuenca.
– Verificar tu número de teléfono.
– Enviar una foto de una identificación oficial.
– Opcional: enviar una foto de comprobante de domicilio (si no se envía este documento tendrás un límite de 18 mil pesos mensuales para tu cuenta).
– Corroborar los datos personales y proporcionar un correo.
– Compartir tu ubicación por única ocasión al aceptar los términos y condiciones de servicio.
-Crear tu contraseña.
– Usar el servicio.
– Una vez instalada la app puedes solicitar una tarjeta física de 9:00 a 21:00 horas de lunes a viernes (próximamente también en fines de semana) y llega a tu domicilio o a cualquier parte de la Ciudad de México en 90 minutos.
