Hay tres variables económicas íntimamente ligadas entre sí y que afectan a las finanzas personales en forma importante. El aumento de los precios y el tipo de cambio provoca un mayor gasto y ante el alza de las tasas de interés, el costo del crédito impacta a quienes tienen un alto nivel de endeudamiento.
Ya se reporta una inflación anual de 4.67 por ciento, por arriba a la meta del Banco de México de mantenerla entre 3 y 4, que es el principal mandato de este instituto central. La expectativa de los analistas es que llegue a sobrepasar el 5 por ciento.
Pareciera una cifra mínima, pero al rebasar el objetivo, debe aplicarse la “medicina” de hacer subir las tasas de interés. En el caso actual significa detener el rally a la baja y una gran probabilidad de que se induzcan elevaciones.
Otro aspecto trascendente, es que la inflación reportada por el Inegi es un promedio y muchas veces deja de representar el consumo de familias en particular. Es decir, es probable que ya estés percibiendo un incremento de tus gastos superior al mencionado porcentaje y lo vayas a resentir más.
Esto viene en un momento en que tenemos problemas de empleo y menores salarios reales, agravando las condiciones prevalecientes con la pandemia.
Podría haber la tentación del gobierno federal a interrumpir el alza en las tasas porque tienden a ser recesivas; sin embargo, la historia económica ha demostrado que hacer algo diferente conduce a una mayor crisis y es la razón fundamental de la autonomía del Banco de México.
Por lo pronto, es un parón a las oportunidades que se presentaban en el mercado de crédito hipotecario y es una señal de alarma para evitar endeudarse en exceso, sobre todo con tarjetas.
Tengamos también cuidado con el efecto ilusorio de los réditos altos en el ahorro, pues de nada sirve si baja el poder adquisitivo.
Por su parte, el tipo de cambio y la inflación tienen una elevada interrelación, de tal manera que se retroalimentan a si mismas. Aunque existen rubros adicionales detrás del movimiento del dólar, ante una mayor tasa de crecimiento de los precios se esperaría una cotización del billete verde alta.
Entiendo que cuando escuchamos hablar de estas tres variables las relacionamos lejos de nosotros, pero se encuentran muy cerca de nuestros bolsillos.
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