La industria del acero de Latinoamérica, junto con los gobiernos, deben impulsar condiciones para el desarrollo de la industria, así como mayor inversión en infraestructura y entornos favorables para el crecimiento de Pymes, señaló Máximo Vedoya, presidente de Alacero.
En la inauguración del 60 Congreso Alacero en Buenos Aires, el presidente de Ternium, la mayor acerera en Nuevo León, indicó que la región enfrenta una fuerte desindustrialización, donde el 90 por ciento de lo que exportan son productos primarios, mientras que el consumo percápita de acero es muy bajo, de apenas 106 kilogramos, que se compara con un consumo de 600 kilos en China y 300 en Estados Unidos; en México es de 200 kilos.
Además, la presencia de China aumentó 32 por ciento en Latinoamérica en los últimos años, en industrias como la automotriz y metalmecánica, lo cual es preocupante, como en el caso de Brasil donde la importación subió 85 por ciento en los últimos dos años que trae impactos alarmantes.
“China aparece ofreciendo grandes capitales, como una solución mágica con inversiones millonarias para los países que necesitan aumentar su actividad económica. Esta supuesta solución tiene una letra chica que nosotros conocemos bien: no genera empleo local para la industria, ni valor agregado a largo plazo”.
En el arranque de las actividades de Alacero 60 en Buenos Aires, refirió que por cada millón de dólares importados en industrias como la automotriz y metalmecánica se pierden 60 empleos en la región.
Por ello, indicó que algunos países emprendieron defensas de sus mercados con mecanismos contra la competencia desleal, donde en el caso de México el nuevo TLCAN intenta atacar esta problemática favoreciendo el suministro regional.
“En la industria del acero de Lationamérica tenemos muchos argumentos para defender a la industria local”, expresó el también presidente de Canacero.
Además de la pérdida de empleos que generan las importaciones de acero en condiciones desleales, también traen un fuerte impacto ecológico, señaló Vedoya, ya que China genera 44 por ciento más toneladas de CO2 que la industria de Latinoamérica.
“Por cada tonelada que producimos en la región, se emiten 1.6 ton de CO2. Ese valor es menor al promedio mundial que es de 1.8 y mucho mejor que el valor de China que ronda las 2.3 toneladas de CO2. Es decir, cuando se produce una tonelada de acero en China, y se deja de producir en nuestra Latinoamérica, se emite un 44 por ciento más de bióxido de carbono a la atmósfera. No cumplen las mismas normas ambientales que nosotros”, refirió Vedoya.
Indicó que la desaceleración económica en las economías mundiales y las guerras comerciales alientan la regionalización y modifican los flujos comerciales en la región.
Vedoya, destacó que la industria es parte de la solución para la integración regional; es el motor de crecimiento social, tractora de PyMES y generadora de empleo de calidad para responder a una América Latina que reclama crecimiento, desarrollo y sobre todo mayor inclusión.
