CIUDAD DE MÉXICO.- Un consejo fiscal independiente y vinculante durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, vigilaría el presupuesto y sus márgenes de maniobra, así como la evolución de la deuda pública y evitar que haya un mayor endeudamiento, coincidieron expertos durante un foro organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Nicolás Amoroso, director de Análisis Macroeconómico de Banco de México (Banxico), dijo que está a favor de un consejo fiscal independiente, vinculante, con técnicos economistas muy bien capacitados y «con dientes», ya que eso permitiría dar seguimiento al presupuesto y advertir sobre choques a la economía y finanzas públicas.
Durante el Foro Nacional IMEF de Infraestructura, Amoroso argumentó que un consejo fiscal permitiría reducir la deuda y advertir choques económicos, como por ejemplo, una baja en los precios del petróleo y su impacto en las finanzas públicas temporal, como sucedió por ejemplo en 2014 con la crisis de los petroprecios.
Acompañado del director de Moody’s de México, Alberto Jones, dijo que los consejos fiscales son importantes para estimar el balance estructural y cierre de balance en el que se descuentan aquellos choques que son temporales y que pueden llevar a un deterioro del balance fiscal.
«Tener un consejo fiscal independiente, acreditado y que sea vinculante nos diría: no nos preocupemos de esto que es un choque temporal y podemos correr un mayor déficit spot y si nos vamos a endeudar, nos vamos a recuperar en los años subsiguientes a tasas menores», explicó.
Luis Foncerrada, presidente de True Economic Talks y ex director de Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), indicó que un consejo fiscal sería como una institución que revisa la propuesta presupuestal del Ejecutivo. En principio e idealmente, haría ese análisis antes de que el presupuesto llegue al Congreso o simultáneamente, y que tenga la posibilidad de ser vinculante para poder modificar.
«Un consejo fiscal lo que hace es revisar la propuesta presupuestal del gobierno, ver cómo se financia y decirle al gobierno ‘no’ cuando, por ejemplo, si proponen endeudamiento, cómo esto tendría un efecto en el tipo de cambio, en la tasa de interés, en la tenencia de valores gubernamentales, y cómo eso puede trastornar o dar lugar al inicio de inestabilidad macroeconómica», expuso.
Carlos Serrano, economista en Jefe de BBVA Bancomer, dijo que un contrapeso, como puede ser un consejo fiscal, probablemente le hubiera ahorrado al país el aumento de 15 puntos en la deuda pública y lo hubiera alertado sobre proyecciones macroeconómicas separadas de la realidad.
«Si hubiera habido un consejo fiscal en esta administración que hubiera dicho: oye gobierno, sus proyecciones de crecimiento son muy altas y los supuestos con los que se construye el presupuesto no son realistas, quizá no hubiera pasado que subió 15 puntos de deuda que además se fueron a gasto corriente», subrayó.
Además, el consejo fiscal pudo haber evitado que cuando México inició el proceso de consolidación fiscal «todo el recorte se diera en inversión e infraestructura, pues no se recortó gasto corriente y hoy tenemos el nivel más bajo de inversión y se deja con poco grado de maniobra hacia el futuro».
Fausto Hernández, director de investigación de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del ITESM, dijo no estar tan convencido de que un consejo fiscal ayudará a mantener la disciplina financiera del país, ya que existe el riesgo de que ese consejo sea más bien una simulación y no tenga carácter vinculante.
«No estoy convencido de un consejo fiscal porque puede ser una simulación. ¿Por qué hoy si haría bien un consejo fiscal?, personalmente creo que ya lo tenemos y hay calificadoras que revisan la sostenibilidad fiscal, supongo que Banxico también hace su chamba en ese sentido», aseveró.
Consideró que aunque el consejo fiscal es una recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI), no necesariamente habría que seguir «a raja tabla» esa recaudación.
