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Grandes petroleras ponen en venta sus pequeños yacimientos del Golfo

Las grandes petroleras ya no buscan pequeños yacimientos en el Golfo de México: ahora quieren el premio mayor o nada.

Exxon Mobil y Shell, las dos mayores petroleras del mundo, han puesto a la venta una serie de activos del Golfo en las últimas semanas, mientras que la brasileña Petrobras, administrada por el Estado, vendió esta semana el grueso de su producción en la región a la empresa de exploración de capitalización media Murphy Oil Corp.

Las grandes petroleras no dejarán el Golfo por completo pero están modificando sus prioridades. Aprovechan que el barril de petróleo llegó al nivel más alto en cuatro años de más de 86 dólares para deshacerse de activos más antiguos que han pasado su pico para centrarse en descubrimientos más grandes y rentables, ya sea en las zonas más profundas del Golfo o en mares no explorados de otras partes del mundo. El mensaje es claro: vayamos a lo grande o vayámonos a casa.

“Cuando el petróleo estaba estancado, las compañías estaban mucho más contentas de quedarse con los activos que tenían el desempeño previsto”, dijo Oma Wilkie, analista sénior de RS Energy Group. “Pero con el Brent tocando los 80 dólares, podrían obtener buenos dólares por activos que están bien pero no son los mejores de la cartera”.

Las ventas tienen lugar en un momento en que la producción del Golfo ha llegado a niveles récord -1.85 millones de barriles por día- pero se ve empequeñecida por el crecimiento del shale terrestre. La región ahora representa sólo el 17 por ciento de la producción estadounidense total, por debajo del 27 por ciento de hace una década.

Puede que Exxon, Shell y Petrobras hayan puesto el cartel de “en venta” pero los motivos por los que lo hicieron son distintos.

En el caso de Exxon, hay gran demanda de efectivo. La empresa de exploración petrolera más grande del mundo por valor de mercado está aumentando el gasto en yacimientos marinos como Guyana y Brasil para tratar de poner al día su división de exploración y producción, en la cual la producción se ha estancado y los retornos están por debajo de los de sus pares. Deshacerse de activos más antiguos elevaría el retorno sobre el capital promedio de la compañía, indicador clave para los inversores.

Shell, que está en el mismo nivel de BP Plc como mayor productor del Golfo, no planea irse, ya que aprobó los nuevos proyectos gigantescos de Appomattox en 2015 y Vito a comienzos de este año. Pero está en conversaciones para vender US$1.300 millones de activos del Golfo a Focus Oil, dijeron personas con conocimiento del tema el mes pasado. Shell busca saldar la deuda adquirida con la compra de BG Group en 2016 e invertir en nuevos proyectos como un enorme complejo de exportación de gas en Canadá.

El acuerdo de Petrobras con Murphy pasa enteramente por el efectivo. La compañía de exploración con sede en Río de Janeiro planeaba vender US$21.000 millones de activos para fin de este año pero, con solo tres meses por delante y en medio de una elección presidencial disputada, la empresa todavía está lejos de su objetivo.

La operación con Murphy generará efectivo y ayudará a Petrobras a repartir los costos de inversión, informó la empresa en una presentación. El departamento de relaciones con los medios de la compañía no respondió un pedido de declaraciones.