Gustavo Alfaro, un técnico con amplia experiencia en clubes modestos del fútbol argentino, asumió el miércoles al frente del popular Boca Juniors con el desafío de superar el trauma por la derrota en la final de la Copa Libertadores ante su clásico rival River Plate.
“Para mí Boca no tiene purgatorio, es cielo o infierno. Es salir campeón o nada”, dijo el flamante entrenador boquense al ser presentado en la sala de prensa del estadio la Bombonera.
Alfaro, de 56 años, sucederá a Guillermo Barros Schelotto, a quien el club Xeneize no le renovó contrato tras la caída en la final de la Libertadores el pasado 9 de diciembre. El “Mellizo”, ídolo de la hinchada como jugador, estuvo dos temporadas y ganó dos títulos de liga.
En la jornada, Barros Schelotto fue nombrado oficialmente como estratega del Galaxy de Los Ángeles en la MLS.
La foja de servicios de Alfaro incluye una decena de equipos modestos, más acostumbrados a pelear por no descender de categoría que por títulos. Hasta hace unas semanas dirigía a Huracán, al cual mantuvo en primera división y lo dejó en puestos de clasificación a copas internacionales.
“Luego de analizar los perfiles fue la persona que entendimos en el club que tenía la capacidad, la idoneidad y profesionalismo para estar al frente de Boca Juniors”, afirmó el presidente de la entidad, Daniel Angelici.
Alfaro rescindió contrato con el Globo, lo que le valió duras críticas.
“La decisión fue muy controvertida, difícil por la relación que tenía con el mundo Huracán. Lo medité mucho”, admitió el técnico. “Siento que estoy en el cierre de mi carrera, en la parte final. Esta es una experiencia que me gustaría atravesar… Tuve que trabajar 25 años para llegar a un lugar como este. Pasé todas las etapas como entrenador”.
Boca confirmó el miércoles la transferencia de su defensor Lisandro Magallán al Ajax de Holanda. Alfaro reconoció que hay gestiones por el zaguero paraguayo Junior Alonso (Celta de Vigo) para reemplazarlo.
Lechuga Alfaro dirigirá a un plantel plagado de estrellas, entre los que resalta el ídolo Carlos Tevez. Su primer desafío será levantar el ánimo de los futbolistas tras el golpe ante River y motivarlos a pelear otra vez por la Libertadores.
“El duelo ya se hizo, hay que mirar para adelante”, advirtió Alfaro, quien también oficia de comentarista de fútbol en cadenas de televisión de Colombia y Estados Unidos. “A partir de mañana hay que construir la victoria que vendrá”.
