Los planes de Kinder Morgan de aumentar los envíos de gasolina de grado mexicano vía un pequeño oleoducto de Texas a Arizona han avivado la ira de Marathon Petroleum, que utiliza el ducto para enviar gasolina desde su refinería en El Paso hasta Phoenix, Arizona, ciudad sedienta de combustible.
Según la propuesta de Kinder, 85 por ciento de la capacidad de los 48 mil 500 barriles por día del oleoducto se asignaría a un proveedor no identificado y se limitaría a grado mexicano, creando injustamente «un transportista protegido a un único destino», dijo Marathon en una queja presentada esta semana ante la Comisión Federal Reguladora de Energía. Luego, el combustible se transportaría en camión cisterna desde Tucson, Arizona, hasta la frontera de EU con México, a más de 122 kilómetros de distancia.
La disputa destaca el creciente apetito de México por la gasolina estadounidense. La nación ya consume más de 20 por ciento de las exportaciones de combustible de EU, principalmente vía marítima, pero el aumento de la demanda ha llevado a los remitentes a buscar otros medios para capturar la cuota de mercado, como el transporte por carretera. El plan de Kinder suministraría hasta 175 camiones cisterna grandes al día desde sus estantes en Tucson.
El tránsito de camiones hacia el norte de México es una pequeña fracción de las exportaciones de EU, pero el sector tiene potencial para crecer, según Adrian Duhalt, investigador mexicano de energía en el Instituto Baker en Rice University. «Los estados fronterizos mexicanos están lejos de las refinerías de Pemex», dijo. «Desde un punto de vista geográfico, los proveedores de Estados Unidos están bien posicionados para satisfacer la demanda en esos estados».
Marathon declinó hacer comentarios.
Para las refinerías, el mercado mexicano puede ser lucrativo no solo debido a la creciente demanda sino también porque las especificaciones de combustible son menos complejas que en EU. Si bien el combustible para los mercados estadounidenses está sujeto a estrictos estándares de presión de vapor y azufre, alguien que realiza envíos a México puede aprovechar componentes de mezcla de gasolina menos caros, pero más volátiles, como el butano, dijo David Hackett, presidente de la firma de investigación de energía Stillwater Associates en Irvine, California.
«Hay refinerías en todo el oeste de Texas que simplemente están inundadas de butano, y eso puede ser un ahorro significativo para el refinador si se puede enviar a México como parte de la gasolina terminada«, dijo.
