Luego de reconocer que hubo un uso arbitrario de la fuerza por parte del elementos del Ejército mexicano en la ejecución de los estudiantes Javier Francisco Arredondo Verdugo y Jorge Antonio Mercado Alonso, alumnos de excelencia del Tecnológico de Monterrey, de quienes las autoridades señalaron en principio que eran sicarios, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo que el gobierno actual trabaja para evitar que se repitan este tipo de asesinatos.
“A nombre del Estado mexicano les ofrezco una disculpa pública por la violación a sus derechos en el marco del uso excesivo de la fuerza, por el que fueron privados de la vida sus hijos Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, por elementos del Ejército Mexicano”, dijo la titular de Gobernación dirigiéndose a los padres de los estudiantes.
La disculpa pública se ofreció por el daño a la imagen, el honor y la buena fama de los estudiantes, derivada de las falsas imputaciones por diversas autoridades del gobierno mexicano y por la alteración de la escena de los hechos.
“Quiero decirlo de manera clara y tajante: Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo eran estudiantes de excelencia del Tecnológico de Monterrey, no sicarios”, indicó Sánchez Cordero.
La titular de Gobernación presentó una disculpa pública a Rosa Elvia Mercado y Lorenzo Medina Salazar, padres de Jorge Antonio, así como a Haydee Verdugo Villalobos y Aurelio Javier Arredondo Rodríguez, padres de Javier Francisco, quienes acudieron al Auditorio Luis Elizondo del Tecnológico de Monterrey, en un evento al que asistieron amigos y familiares de las víctimas acaecidas durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
“Existió incumplimiento de la función pública, violación al principio de legalidad y violación a la seguridad jurídica por la indebida preservación de las sentencias, por la manipulación del lugar de los hechos, por haber modificado la posición de los cuerpos sin vida de los jóvenes y por colocarles armas sobre sus cuerpos”, indicó la funcionaria.
En aquel entonces, las autoridades informaron que durante un enfrentamiento entre elementos del Ejército mexicano contra integrantes de la delincuencia organizada en las avenidas Luis Elizondo y Eugenio Garza Sada, en uno de los accesos al Tec de Monterrey, había dejado como saldo dos “sicarios” muertos, quienes supuestamente “iban armados hasta los dientes”.
Los padres de los estudiantes se dieron cuenta hasta el 20 de marzo que sus hijos habían sido asesinados por militares.
