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Juan Gabriel reaparece en píxeles

En la puerta de un lugar remoto y gélido de Toluca (Estado de México), Pedro Infante sujeta un cartel en honor a Juan Gabriel en mangas de camisa. Su nombre real es Eulalio González, pero todos lo conocen en su barrio como aquel galán de la Época de Oro del cine mexicano, solo que esta versión no tiene dinero para ver a su ídolo. En las paredes retumban las canciones de Juan Gabriel, cantadas por una decena de artistas que ha homenajeado este sábado al artista seis meses después de su muerte. «Alberto, sigues con nosotros, igual que Pedro Infante y José Alfredo Jiménez», reza en su trozo de cartón.

Del otro lado del muro, un grupo muy reducido de asistentes han tenido el privilegio de ver de cerca al mismísimo Juan Gabriel en directo. El precio por los primeros lugares rondaba los 15.000 pesos, unos 734 dólares, e incluía fotos con los artistas invitados: David Bisbal, Aída Cuevas, Jesse & Joe, Juanes, Shayla Dúrcal o Luis Fonsi. A través de una imagen proyectada por un holograma, El Divo de Juárez ha estado presente para cantar dos de sus himnos: Querida, con Juanes y No tengo dinero, en solitario. Entre el público una mujer lloraba: «Es como si estuviera aquí con nosotros», cuenta Elia Crespo.

Poco antes de que comenzara el que iba a ser un concierto masivo, sobraban asientos. «Algo impensable en un concierto de Juanga», comentaba Adela, otra asistente. Sólo después de dos horas de música, parecía que comenzaba a llenarse un complejo preparado para 40.000 personas. Los organizadores no se han atrevido a dar cifras, pero reconocieron que se recortó el espacio por la escasez de boletos vendidos. La promoción se hizo menos de un mes antes de la fecha del evento y la mayoría de los asistentes han sido invitados. Solo vendieron 150 entradas, explica un miembro del equipo que prefiere no dar su nombre.

En el fondo del escenario, una figurilla movía las caderas. Era Juan Gabriel. El famoso holograma que comentaban los asistentes durante su llegada fue desvelado hasta la mitad del espectáculo: un vídeo formado por una combinación de imágenes de imitadores del Divo con la cara del artista. Cualquier cosa para que pareciera que allí estaba el ídolo de millones de latinoamericanos. «Es súper emocionante, pero súper triste y súper raro, porque yo no veo nada. El público sí lo verá, pero yo solo miro a un hueco. Básicamente me lo estoy imaginando», comentaba Juanes en una entrevista a este diario sobre este moderno sistema. Aunque sólo pudieron observarlo los que estaban más cerca, las pantallas no proyectaron uno de los momentos más esperados de la noche.

Después de más de dos horas de mariachi, rancheras, gritos y llanto, en un golpe de efecto apareció John Fogerty, vocalista del grupo de rock Creedence Clearwater, con quien el artista mexicano grabó (en español) su famoso tema Have you ever seen the rain?. Y, para finalizar, un comercial del Gobierno del Estado de México —a las puertas de unas elecciones estatales en junio— eclipsó una de las canciones más deseadas de la noche, el famoso Noa Noa. Una decena de bailarinas al ritmo de «Soy mexiquense» acabó haciendo los coros «sagrados» del Divo de Juárez.

«El cierre ha sido horrible, no me puedo creer que hayan hecho esto. Y eso que yo trabajo en el Gobierno», cuenta Francisco sin aportar su apellido. La despedida de uno de los eventos más esperados del año en México acabó como empezó, fría. Tanto, que invitaron a los todos los asistentes a que ocuparan las filas más exclusivas. Eulalio, que consiguió entrar al concierto, se despidió para siempre de Juan Gabriel entonando Amor Eterno. A diez grados y en mangas de camisa.