LONDRES.- El cobre subió este jueves cerca de 1 por ciento, mientras que el aluminio cayó al cierre luego de tocar un máximo de seis semanas luego de que una huelga en las refinerías de alúmina de Alcoa en Australia y advertencias de cierres de Rusal revivieron preocupaciones sobre los suministros.
El cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cerró con un alza del 0.8 por ciento, a 6 mil 225 dólares la tonelada, tras tocar su nivel más alto en una semana.
En las últimas semana, el metal rojo ha sufrido tensiones opuestas, ya que el mercado se muestra cauteloso sobre los efectos de una guerra comercial sobre la demanda de China, el mayor consumidor del metal, y al mismo tiempo teme por el impacto en los suministros globales si hay una huelga en la mina chilena Escondida.
Caso contrario el del aluminio referencial en la LME que cayó 1.3 por ciento, a 2 mil 078 dólares la tonelada, por una toma de beneficios tras la apertura en Nueva York. Más temprano alcanzó los 2 mil 147.50 dólares, su máximo desde el 29 de junio.
El metal alcanzó un mínimo en 15 semanas de 2 mil 85 dólares a fines de julio, por expectativas de que Estados Unidos permitiera al aluminio fabricado por Rusal, la mayor productora fuera de China, volver a ingresar a los mercados globales y a que las disputas comerciales puedan debilitar la demanda de metales.
No obstante, con un mercado de más de 60 millones de toneladas anuales que podría tener un déficit este año, los inversores están preocupados por las eventuales interrupciones en la producción, dijo el analista de Société Générale Robin Bhar.
«Los fundamentos para el aluminio están bastante ajustados», afirmó, prediciendo una escasez global del suministro de aluminio de medio millón de toneladas este año.
El miércoles, un sindicato reportó que los trabajadores de Alcoa se habían retirado de las plantas en Australia Occidental, que tienen una capacidad cercana al 8 por ciento del suministro global de alúmina, usado para fundir aluminio.
Alcoa dijo que no esperaba ningún impacto inmediato en la producción.
Asimismo, fuentes cercanas a Rusal dijeron que la compañía está preocupada sobre una inminente catástrofe si las sanciones de Estados Unidos no son levantadas, puesto que parte de su producción quedará detenida en septiembre.
