A menos de cuatro años de su debut internacional, con un concierto al lado de Javier Camarena en Bogotá, la soprano mexicana Karen Gardeazabal tiene previsto estrenar tres óperas en escenarios europeos.
El 20 de abril estará en el reparto de El retorno de Ulises a la Patria, de Monteverdi, en Hamburgo, como la diosa Juno y Amor. En julio inicia la temporada de Carmen de Bizet en la Arena di Verona, donde interpretará a Micaela y, a finales de ese mes, debutará el papel secundario de Gulnara en Il Corsaro, de Verdi, en Varsovia.
“Todo este año será de preparación y roles nuevos”, dice en entrevista la cantante, quien el viernes y domingo próximos se presentará por primera vez en un montaje operístico en México: El elíxir de amor, de Gaetano Donizetti, en el que interpretará a Adina, en el Centro Cultural Mexiquense.
“Me encanta el rol, es divertidísimo. Lo debuté en 2016 en el Palau de les Arts de Valencia con una producción en la playa”, comparte.
Entre 2015 y 2017, Gardeazabal estudió en el Centre de Perfeccionament Plácido Domingo, el estudio de ópera del Palau de les Arts Reina Sofía. La admitieron tras ganar el Certamen Nacional de Canto Carlo Morelli como Revelación Juvenil.
“Desde que entré al Palau empecé a trabajar. He tenido mucha suerte, me ha tocado hacer papeles protagónicos: Adina, en El Elíxir..., Fiordiligi en Così Fan Tutte, y Mimí en La Bohème”, cuenta la cantante radicada en Valencia.
“Las voces latinas tienen un auge en Europa. En el opera studio éramos siete latinos, cinco mexicanos, entre ellos Alejandro López, el barítono que va a hacer Dulcamara en la puesta en Texcoco; Fabián Lara, que está haciendo una gran carrera, ahora está en Basilea haciendo una Lucia de Lammermoor, y Jorge Álvarez, que está cantando en España”.
Si bien su tesitura es aún lírico ligera, la soprano de 27 años tiene en la mira el repertorio lírico. “Quiero hacer Tosca, Turandot, Madamma Butterfly… Voy a seguir por ese camino”.
